¿Es seguro comer alimentos congelados con esa capa de hielo encima?

Imagina la escena: el domingo por la noche, ese deseo de comer un caramelo late. Recuerdas que guardaste el resto de ese helado que, tan cremoso, el sabor ya viene a tu boca. Abres el congelador, encuentras la olla de la felicidad, pero en segundos tu alegría suprema se convierte en descontento absoluto.

Cuando abres el paquete, te encuentras con una capa de hielo no deseada que cubre el helado almacenado con tanto cariño. Y entonces esa duda golpea: ¿está en mal estado? ¿Puedes comer un helado como este o es mejor descartarlo? ¿Qué es esta capa "acuosa" que insiste en jugar trucos justo cuando recordamos la comida olvidada en la esquina del congelador?

En la película "Mother is Mother" (1996), la mujer intenta convencer a su hijo de que el hielo es solo una capa protectora, y lo que importa se conserva a continuación. Es un buen intento de salvar alimentos casi perdidos, pero expliquemos lo que sucede en la práctica.

Tanto el helado como otros alimentos congelados después de un tiempo pasan por este proceso que es completamente normal y casi inevitable. Se llama sublimación y es precisamente cuando el agua en forma sólida en un ambiente seco, con ciertas condiciones de temperatura y presión, pasa directamente al estado gaseoso. El hielo se vaporiza, o más bien se sublima.

Para facilitar el razonamiento, pensemos en agua líquida que, cuando se calienta, se convierte en vapor. Si dejamos una sartén cubierta calentándose sobre un fuego, el agua, cuando hierve, comienza a evaporarse. El vapor cuando toca la tapa se condensa nuevamente y se deposita allí en gotas. Esto es exactamente lo que sucede, solo en el otro extremo de la escala de temperatura y mucho más lento.

Los alimentos tienen agua adentro y, cuando se congelan en envases no herméticos, se deshidratan. El agua que sale del gabinete del congelador termina siendo depositada nuevamente allí, formando la desagradable capa blanca de hielo que hace que la superficie de su comida se vea y se seque, como si se quemara con hielo.

La buena noticia es que la comida no necesariamente se echa a perder debido a este proceso, pero seguramente será más opaca, menos tierna y sin frescura. Entonces, si no tiene una segunda opción o si la desesperación es alta, coma feliz, pero no espere el mismo sabor.

Cómo evitar

Los alimentos que casi no contienen agua son los menos afectados por la sublimación; Este es el caso, por ejemplo, con nueces y harinas. Casi no hay razón para preocuparse por estos artículos en el congelador, pero recuerde que tampoco son eternos y se pondrán mal si los olvida allí.

Los alimentos jugosos, como trozos de carne, verduras y helados, pierden agua fácilmente por sublimación y a menudo dan signos de quemaduras en el congelador .

Por lo tanto, para evitar o retrasar este efecto, empaque bien los productos, ya que esto ayuda a mantener el congelador seco al contacto con el agua de los alimentos. Como el proceso es lento, las sopas y los caldos suelen tardar más en perder su cremosidad.

Otro consejo es mantener el congelador frío, ya que la sublimación ocurre cuando el ambiente está seco y el hielo cerca de la temperatura de fusión. Cuanto más baja es la temperatura, menos probabilidades hay de quemar alimentos.

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