10 gadgets espías extraños que alguna vez se usaron

El espionaje es una práctica muy, muy antigua. Hoy en día, pensando en un espía profesional, nuestras cabezas son bombardeadas automáticamente con imágenes de películas como "007" y "Mission: Impossible", con sus agentes utilizando dispositivos futuristas para completar sus misiones. Obviamente, las cosas no siempre funcionaron de esa manera. En este artículo, verá algunos dispositivos curiosos, extraños e improvisados ​​que se han utilizado a lo largo de la historia con fines de espionaje.

10) tinta invisible

Ampliamente utilizado durante la Revolución Americana de 1776, las tintas invisibles no eran más que una mezcla de sulfato ferroso y agua. Los mensajes confidenciales a menudo se escribían entre las líneas de cualquier documento, y el destinatario tenía que calentar el papel (o humedecerlo con un reactivo químico) para leerlos.

9) discos criptográficos

En la era digital, cifrar un mensaje es tan simple como hacer clic en un botón antes de enviar un correo electrónico a tus amigos. Sin embargo, durante el siglo XV, fue necesario usar estos discos criptográficos portátiles para descifrar los mensajes crípticos intercambiados entre las tropas estadounidenses. Se hicieron muy famosos durante la Guerra Civil estadounidense.

8) beso de la muerte

Este aparato parecía un lápiz labial ordinario, pero en realidad era una pistola capaz de disparar proyectiles de 4.5 mm. Fue un elemento común durante la Guerra Fría, a menudo utilizado por agentes del Comité de Seguridad del Estado de la Unión Soviética (KGB). Todavía se puede ver una copia en el Museo Internacional de Espionaje en los Estados Unidos.

7) Kit de fuga rectal

Lo creas o no, pero los agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) solían llevar cápsulas almacenadas en el ano. Estos recipientes rectales contenían cuchillos pequeños, espátulas de hierro e incluso sierras, elementos que podrían usarse para un posible escape de las cárceles o el cautiverio, por ejemplo.

6) Cámara Matchbox

La idea surgió de la Agencia de Servicios Estratégicos (OSS), que hoy se considera el precursor de la CIA. Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos encargó al menos mil unidades de este curioso aparato. Aún más interesante es que fue Kodak quien lo hizo. Por cierto, además de las cajas de fósforos, las cámaras también estaban escondidas en relojes de pulsera, anillos y binoculares.

5) cargadores de bicicletas

Todavía son comunes en estos días, pero probablemente los use para recargar la batería de su teléfono inteligente. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, estos aparatos se utilizaron para alimentar radios, lo que permitió a los soldados y espías comunicarse con su tripulación incluso en lugares sin electricidad.

4) Radios en latas de galletas

Otra rareza que viene directamente de la Segunda Guerra Mundial. El espía podía sentarse en una mesa y fingir que estaba disfrutando de deliciosas galletas con mantequilla cuando, de hecho, estaba transmitiendo información confidencial a sus superiores por radio. Había equipos enteros dedicados exclusivamente al diseño del mejor diseño de estaño para ocultar estas piezas.

3) paquete de cigarrillos turboalimentado

Si no está impresionado con el Beso de la muerte, puede interesarle este artículo igualmente curioso y mortal. Al ser arrestado en los Estados Unidos en 1954, el agente soviético Nikolai Khokhlov tuvo que entregar todos sus juguetes espía a las autoridades estadounidenses. Lo más impresionante fue un paquete de cigarrillos que en realidad era un arma capaz de disparar balas envenenadas con cianuro.

2) aficionados

Este artículo fue utilizado comúnmente por los espías durante la Guerra Civil estadounidense. Rose O'Neal Greenhow, quien formó parte de la Confederación, popularizó el uso inusual del producto. Empleó a su fan para enviar mensajes de código Morse a otros agentes a su alrededor. Creativo, ¿no es así?

1) Micrófono en martini

Durante la década de 1960, se aconsejó precaución al hablar con alguien que estaba tomando una bebida clásica de martini hecha con ginebra y vermut seco. Esto se debía a que existía la posibilidad de que la aceituna, el ingrediente icónico insertado para decorar la bebida, fuera un micrófono disfrazado, que transmitía toda la conversación a través de la antena vestida como un palillo de dientes.

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