4 profecías bíblicas que se hicieron realidad
Hay varias maneras de ver si realmente sucedió algo descrito en la Biblia, desde la evidencia de acuerdo entre sus diversos textos, hasta la confirmación a través de la ciencia y la arqueología. Esto también es válido para las profecías que, ya sea por coincidencia, intervención divina o simplemente información privilegiada, se han hecho realidad. ¡Compruébalo!
1. Fracaso del asedio asirio de Jerusalén
Alrededor de 701 aC, Senaquerib, rey de Asiria, asedió la región de Judá y capturó varias ciudades. Ezequías, 13º rey de Judá, le preguntó al profeta Isaías qué debía hacer. El enviado de Dios le dijo que no había que hacer nada, ya que el asedio saldría mal. Por razones desconocidas (aunque algunos dicen que era una enfermedad), miles de soldados asirios murieron y su rey se vio obligado a regresar a su tierra.
2. Nivel quemado
El profeta Nahúm describe que la ciudad de Nínive sería destruida por el fuego. Otra profecía bíblica que se hará realidad. En el siglo XIX, investigadores y arqueólogos descubrieron una capa de ceniza que cubría las ruinas de la ciudad. Escritos antiguos señalan que ella nunca se recuperó, ya no era importante después del 612 a. C.
3. Fichas y Unión Europea
Hay personas que ven todo en el libro de Apocalipsis. Por ejemplo, la parte que dice que la Bestia surgiría de un poder europeo mayor que el Imperio Romano se interpreta como la Unión Europea.
En el capítulo 13 se dice que los humanos deben tener una marca en la frente o la mano, sin la cual no podrían comprar ni vender nada. Algunos entienden esto con una profecía sobre los chips RFID o algún tipo de código de barras. Ah! ¡Esto apuntaría a aumentar el control sobre la población!
4. Caída de Jerusalén
El profeta Jeremías muestra en su libro (el más largo de la Biblia) cómo comenzaría el dominio babilónico sobre Asiria. Todo comenzó cuando Nabucodonosor asedió Jerusalén (597 a. C.) y el profeta recomendó la redención al gobernante asirio. Sin embargo, esto no sucedió y 10 años después, tanto la ciudad como el Templo fueron destruidos.
Por supuesto, hay muchos otros ejemplos en la Biblia que involucran guerras mundiales, terremotos, el nacimiento de Jesús, la destrucción permanente del imperio babilónico, entre otros. Ahora, ¡espera la próxima profecía!