5 características típicas y peligrosas de los perfeccionistas

Una de las formas más difíciles de vivir es luchar por la perfección. Los perfeccionistas son las personas que están más decepcionadas, después de todo, es simplemente imposible ser perfecto. En su columna de Psychology Today, Elizabeth Lombardo habló sobre el tema.

“Me gusta pensar que el perfeccionismo es un pastel de chocolate. Eso puede sonar extraño, pero sigue mi razonamiento. Imagina hacer un pastel con los mejores ingredientes. Tienes chocolate gourmet suizo, huevos orgánicos y mantequilla hecha de leche de vaca que se masajea diariamente y se escucha música clásica. Imagina tomar todos estos deliciosos ingredientes, mezclarlos en un tazón y luego tirar un vaso de tierra a la mezcla. Una vez que se hornea el pastel, ¿cuáles son las posibilidades de que lo comas? No muchos, supongo.

A partir de esta imagen del pastel hecho con ingredientes nobles y suciedad, Lombardo explica que el perfeccionismo tiene muchos ingredientes nobles, pero algunos ingredientes lo hacen indeseable, como en lo siguiente:

1 - Autoestima condicional

El perfeccionista tiende a basar su valor personal en ciertas condiciones, especialmente en los resultados que recibe, siempre viéndose a sí mismo como digno de la última evaluación recibida, lo que le hace excluir los méritos más antiguos. Poco a poco, el perfeccionista se da cuenta de que sus objetivos de evaluación son inalcanzables y termina convirtiéndose en una persona de baja autoestima, que duda de su propio potencial, que nunca está satisfecho con lo que tiene y que valora poco lo que logra.

2 - Ocho u ochenta

Para el perfeccionista, las cosas son todo o nada, sin posibilidad de compromiso. O algo es un éxito o es un fracaso total. Por lo tanto, cuando no se logra una meta al principio, el perfeccionista tiende a verse a sí mismo como un gran fracaso y, en consecuencia, termina sin intentarlo nuevamente.

3 - Extremo miedo al fracaso

Como se indicó en la sección anterior, el perfeccionista no trata bien con lo que no funciona, precisamente porque, para él, solo lo perfecto es realmente bueno. Este temor frecuente de que algo salga mal hace que la persona no aprenda de los errores o sea capaz de idear nuevas formas de lograr lo que quiere.

4 - Dilación

Por miedo al fracaso, los perfeccionistas tienden a dejar las cosas para más tarde, precisamente porque saben que solo aceptarán un resultado si lo consideran perfecto, sin nada que ajustar.

5 - El estrés

Los perfeccionistas saben bien lo que es vivir estresado y, en su caso, el estrés puede dañar muchos aspectos de la vida: la salud psicológica, ya que tienden a sufrir ansiedad y depresión; salud física, ya que el estrés debilita el sistema inmunitario y nos hace impulsivos de muchas maneras; relaciones, porque, debido a patrones poco realistas, nada será bueno.

El estrés también interrumpe la relación de una persona con su trabajo porque nunca termina los proyectos y tiene dificultades para trabajar en equipo, sin mencionar cuándo decide trabajar durante horas para "mostrar servicio". La diversión, que a menudo se encuentra en el fondo, también se ve perjudicada, al igual que la espiritualidad del perfeccionista, que tiende a preocuparse en exceso cuando tiene algún tipo de fe.

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Si estas características coinciden con su tipo de comportamiento social, puede ser hora de repensar sus valores y tratar de cambiar un poco para que su vida sea más ligera. Si el cambio parece imposible o demasiado difícil y doloroso, no lo piense dos veces y busque un buen asesoramiento psicológico. Ser bueno contigo mismo es lo que más importa.