5 hechos aterradores sobre el futuro de la Tierra y la tecnología

Hay muchas películas apocalípticas sobre el futuro de la tierra. La mayoría de ellos se ocupan de la desaparición del agua de nuestro planeta o la amenaza inminente de una catástrofe aleatoria, como un meteorito gigante o un planeta que elige estrellarse en nuestro mundo. Sin embargo, a pesar de toda la fantasía de estos títulos, no es demasiado difícil extrapolar algunas situaciones para tener una idea de los horribles escenarios que nos esperan.

Con la acción constante del hombre sobre la naturaleza y el desarrollo tecnológico cada vez mayor, podemos estar creando no solo un mundo sin pandas y tigres de caña, sino también sin químicos esenciales para la continuación de nuestra especie.

Sin cobre estaremos perdidos

Cobre nativo de unos 4 cm (Fuente de la imagen: Jonathan Zander / Wikimedia)

El cobre es uno de los elementos químicos más importantes y utilizados en la tierra. Al ser un gran conductor de electricidad y calor, este metal rojizo se utiliza a diario en los circuitos de diversos equipos electrónicos. Además, el cobre también se utiliza en motores eléctricos, joyas, tuberías de agua, municiones militares y en la construcción y decoración de edificios y casas.

Pero el principal problema con el uso desenfrenado de este elemento es el hecho de que tenemos una reserva finita de él; Por lo tanto, un día el cobre comenzará a desaparecer y generará un mercado de disputas muy agresivo. Si hoy es normal ver noticias sobre el robo de cables de cobre, imagine este tipo de actividad en unas pocas décadas.

Según el sitio web de Salon, el mundo ha estado utilizando cobre durante al menos 10, 000 años, pero el 95% de la extracción del elemento se ha realizado desde la década de 1900. Si continuamos a este ritmo y no descubrimos nuevas fuentes de cobre o reevaluamos el nuestro. objetivos, puede ser que incluso la industria electrónica desaparezca.

Animales lindos y extintos

Réplica de restos de un pájaro Dodo de la Universidad de Oxford (Fuente de la imagen: FunkMonk / Wikimedia)

Uno de los animales extintos más conocidos del mundo es, sin duda, el pájaro dodo. Además de ser una especie muy dócil, que en sí misma contribuyó a su extinción, el dodo también fue dañado por los humanos al enfrentar amenazas externas adaptadas a su hábitat, como los mamíferos que se alimentaban de sus huevos.

Este es un caso de lo que llamamos extinción masiva del Holoceno. Junto con nuestro amigable pájaro, también fueron asesinados los elefantes, el mamut lanudo, el sapo dorado y otras especies.

Pero eso no es todo: la extinción de otras especies animales continúa siendo promovida hoy. En octubre de 2011, por ejemplo, se confirmó la aniquilación de rinocerontes que viven en Vietnam. Además, los grandes felinos como los leones y los tigres podrían extinguirse en 20 años. Y con la desaparición de estos depredadores, el ecosistema de las regiones de Asia y África puede convertirse en un gran desastre.

Los globos de fiesta profetizan nuestro fin

Aunque hermosas, escenas como estas representan una amenaza para la ciencia y la tecnología (Fuente de la imagen: Helen Warren)

El cobre no es el único elemento en peligro que perderá el mundo de la tecnología. Además de eso, también hay gas helio, utilizado popularmente para dos propósitos quizás prescindibles: llenar globos de fiesta flotantes y, si se inhala, hablar con una voz delgada y caricaturesca.

Sin embargo, hay otros usos más importantes para el gas helio, como el uso en máquinas de examen médico e incluso el acelerador de partículas del CERN, el LHC. Desafortunadamente, esta y otras aplicaciones de helio están en peligro debido al uso de este recurso no renovable. Así que antes de llenar un globo de helio para la fiesta de tu hermano pequeño, piensa en el futuro de la tecnología.

Inclinación axial de la tierra

A medida que la luna se aleje, la Tierra se volverá más inclinada (Fuente de la imagen: NASA)

El planeta Tierra gira sobre su propio eje, ligeramente inclinado. Sin embargo, con el tiempo, esta inclinación puede aumentar y desestabilizar factores importantes en nuestro mundo, como el clima, haciéndolo inhabitable.

La razón de esto es la interacción entre las fuerzas de marea, la tierra y la luna, lo que causará que nuestro satélite natural se aleje lentamente de nosotros y disminuya la velocidad del movimiento de rotación de la tierra. La luna es esencial para mantener nuestra estabilidad gravitacional, y sin ella, esta "tercera piedra del sol" obtendrá una nueva inclinación axial.

¡Pero no te preocupes! Aunque los científicos aún no saben exactamente cuándo debería suceder esto, los cálculos matemáticos estiman que será dentro de 1.5 a 4.5 mil millones de años, tiempo suficiente para que nosotros y muchas otras generaciones disfrutemos de la vida.

Nano Apocalipsis Tecnológico

¿Qué pasa si los nanorobots se reproducen y consumen carbono? (Fuente de la imagen: Shutterstock)

Una de las teorías apocalípticas más fascinantes, sin duda, es Gray Goo, un término acuñado por el pionero Eric Drexler en 1986 en el libro Engines of Creation. Básicamente, este escenario consiste en nanorobots capaces de autorreplicarse en función del consumo de materia abundante. A pesar de ser una suposición bastante extrapolada, de alguna manera es muy atractiva e incluso realista.

Imagine, por ejemplo, que en el futuro, el próximo gran derrame de petróleo se librará con nanounidades arrojadas por la borda para consumir petróleo que amenaza la naturaleza. El plan se ve muy bien y funciona bien hasta que, por alguna razón, y créanme: la basura sucede, una de estas unidades nanomoleculares comienza a comportarse de manera diferente: en lugar de consumir petróleo del petróleo, comienza a comer carbono como un todos. Con la capacidad de autorreplicarse, el planeta se convertiría en polvo en poco tiempo.

Quizás, a lo largo de los años, la humanidad se sorprenderá al saber que, además de otros animales, nos estamos amenazando con la extinción. Afortunadamente, todavía no tenemos suficiente tecnología para construir nanobots auto-reproductores.

Fuentes: Salon, SciAm, USAToday, Innovation News Daily, Science Daily