5 maneras de controlar tus pensamientos y ser más feliz

A veces no hay manera: te levantas de mal humor, el café se pone mal, el autobús llega tarde, solo ese tema que no estudiaste, la mayonesa de la sanduba se agrió, esa persona tarda cinco horas en responder en WhatsApp, y tu mente aprovecha todo para hacerte pensar malhumorado, negativo y preocuparte por cosas que ni siquiera merecían tu energía. ¿Que nunca?

En esos momentos, es como si tuviera la impresión de que es imposible sentirse feliz. La mala noticia es que este sentimiento te molesta un poco, pero lo bueno es que este tipo de cosas le sucede a todos y dura menos de lo que piensas. Si desea impulsar este proceso y ser feliz pronto, siga estos pasos: fueron tomados de la columna de Eric Barker en la revista Time:

1 - Conviértete en un observador de tu mente durante 5 minutos

Tu cerebro es fantástico, y probablemente ya lo sepas. Resulta que a él le gusta confundir eventos, pensamientos y sentimientos. Debido a esto, a veces te enoja y convierte un evento menor en algo que podría arruinarte todo el día. Para empeorar las cosas: este tipo de situación ocurre a menudo.

Si fuera en una película, serías capaz de reconocer el patrón de comportamiento de los personajes e incluso sería divertido que el protagonista no pudiera ver lo que está delante de su nariz. La verdad es que, cuando te sucede, es difícil notarlo también. Cuando tu mente está bailando entre pensamientos negativos, es común que te sientas mal porque no puedes deshacerte de esos pensamientos, pero si te sirve de consuelo, esto es normal y le sucede a todos.

Barker cita una cita del psicólogo galardonado con el Premio Nobel Daniel Kahneman: "Nada en la vida es tan importante como crees que es mientras piensas en ello". El investigador de Harvard Daniel Gilbert, experto en el estudio de la felicidad, explica que las personas pasan casi el 50% de sus horas de vigilia pensando en algo que va más allá de lo que están haciendo actualmente.

Según Gilbert, esta característica de una mente que se desvía demasiado en lugar de pensar en la actividad que está haciendo actualmente es más probable que produzca infelicidad. En este sentido, es importante comprender si su mente siempre está errante y en un lugar muy diferente de lo que vive actualmente; es bien sabido que los pensamientos vagos que nos llevan lejos suelen ser la causa, no la consecuencia, de los nuestros. infelicidad

2 - No eres tus pensamientos

Una de las funciones de tu mente es producir pensamientos, y a menudo esos pensamientos son estúpidos, lo que no significa que seas una persona estúpida tampoco. Presta atención a lo que pasa por tu cabeza y date cuenta de que te identificas con algunas cosas en las que piensas, como cuando lastimas al meñique en el borde de tu cama y te sientes enojado. Sin embargo, la ira que sientes no es lo que define tu personalidad, ¿verdad? Siempre debe comprender la diferencia entre lo que siente y lo que realmente es.

La sugerencia aquí es que puedes entender que mientras te sientes enojado, que es el sentimiento que estamos usando como ejemplo, esta ira no es lo que te define a ti ni a las decisiones que tomas en tu vida. El hecho de que algún sentimiento haya cruzado por su mente no significa que deba tomarse en serio. Reconocer las preocupaciones, los miedos y las frustraciones al igual que los pensamientos y sensaciones naturales es fundamental.

3 - Nombra lo que piensas y sientes

El hecho de que tus pensamientos no definan quién eres no significa que no estén allí, en tu cabecita, creando confusión. Nombra tus sentimientos. Siempre. ¿Es enojo? ¿Es preocupante? ¿Es celoso? ¿Es miedo?

Desde el momento en que nombra los sentimientos, se vuelve más simple separarlos de todo lo que realmente es, de modo que con el tiempo se hace más fácil relajarse y disminuir la presión emocional que algunos sentimientos nos causan.

“Es como un marco alrededor de una imagen. La idea no es mirar el marco, pero nos ayuda a enfocar nuestra atención para que podamos ver la imagen más claramente ”, explica Joseph Goldstein. En la meditación, este tipo de ejercicio se llama "observación" y es una práctica que cualquiera puede realizar.

Científicamente, se ha demostrado que nombrar lo que sientes es bueno para tu salud. En una encuesta sobre el tema, un grupo de participantes analizó las expresiones de personas aleatorias en una serie de fotografías. Al principio, los participantes tenían activada toda la región de la amígdala cerebral, pero cuando necesitaban nombrar sus emociones, su actividad cerebral se reducía, lo que significa que reconocer las emociones ayuda a disminuir el impacto que tienen estos sentimientos.

4 - Aprende la diferencia entre pensar y tomar decisiones

No, no es tan obvio. Cuando tienes pensamientos emocionales, es común descubrir que estos pensamientos pueden definir quién eres y luego comenzar a actuar sobre lo que piensas, decir cosas que no te gustan y tomar acciones que a la larga solo traen infelicidad e infelicidad. Frustración: los impulsivos no nos dejan mentir.

No significa que no es bueno que sigas tu corazón y tus instintos, pero primero es importante entrenar la forma en que sigues a tu corazón para evitar crear más problemas.

El punto es que todos tenemos motivaciones y no siempre tenemos que escuchar lo que nos dicen nuestros instintos, incluso porque nuestros impulsos no siempre están llenos de sabiduría. Saber discernir entre los impulsos productivos y los que nos hacen tomar decisiones equivocadas puede hacernos tener más momentos felices que tristes. Antes de adoptar una actitud impulsiva, hágase la siguiente pregunta: ¿Es útil?

A partir de ahí, puede descubrir si su impulso cercano dará frutos, contribuirá a otros, lo ayudará a lograr un objetivo específico o simplemente creará confusión, conflicto e inquietud. Discernir una cosa de otra es un ejercicio fundamental que lo ayudará a tomar mejores decisiones. Al principio no es un ejercicio muy fácil de hacer, pero la idea en sí es bastante simple y puede ser muy útil en su vida.

¿Quieres un ejemplo? Digamos que perdiste un vuelo. Su primera reacción es estar muy enojado y posiblemente actuar de manera grosera con un empleado de una aerolínea. La pregunta aquí es: ¿esto ayudará? ¿Perder el control y actuar sin educación traerá el avión de regreso al aeropuerto solo para que lo recoja? No, verdad? Por lo tanto, no sirve de nada picarse y arruinar todo el día debido a una fatalidad.

5 - Ten compasión

Cuando somos felices, podemos sentir compasión más fácilmente y sin sufrimiento. Cuando empatizamos y nos ponemos en el lugar de otra persona, es común que nos lastimemos dependiendo de la situación. Aún así, la compasión y la empatía nos hacen más felices, por lo que es importante saber cómo lidiar con esos sentimientos también.

Cuando sabes bien cómo funciona tu mente, sentir compasión y empatía ya no puede causar sufrimiento. No siempre es fácil conocer de cerca el sufrimiento de los demás, pero cuando dominas tu mente con mayor precisión, puedes hacer este ejercicio sin sufrir demasiado y, además, mostrar la fuerza suficiente para ofrecer ayuda. Cuanto más entrenamiento, más fácil.

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