5 maneras de enseñarle a tu cerebro a ser más feliz

Desde su primera revelación después de la llamada de atención hasta la noche, cuando llega el sueño y su cabeza comienza a pesar, su cerebro se ocupa de pensar en 70, 000 pensamientos durante todo el día, lo que básicamente significa que tenemos 70, 000 oportunidades diarias de pensar en algo que nos motiva o dedicar nuestros pensamientos a lo que nos decepciona.

Pensar en el lado numérico de las cosas facilita la comprensión de la importancia de los pensamientos positivos y el peligro de los autodestructores. Vivir cuestionando o reprochando las propias actitudes, así como compararse demasiado con los demás y ser demasiado perfeccionista son formas de dañar su salud psicológica y física. La buena noticia es que puedes cambiar tu forma de pensar sobre ti mismo: descubre cinco formas de hacer este cambio:

1 - Aprende a pensar tus problemas de manera inteligente

Algo no está funcionando como debería, y eres martirizado y te preguntas cómo serían las cosas si todo saliera bien. ¿Hay algún uso? ¿Es más sabio pensar en un problema o encontrar una forma práctica de resolverlo? Ya sabes la respuesta, es posible que solo necesites ponerla en práctica con más frecuencia.

Al darse cuenta de que algo salió mal, busque una forma racional de analizar la situación y descubra lo que hay que hacer. No te imagines en el peor de los casos, incapaz de hacer frente a lo que sale de la planificación: eres una criatura inteligente y adaptable. Siempre recuerda esto, piensa estratégicamente y actúa.

2 - ¿Qué le dirías a tu mejor amigo cuando estaba pasando por un perrengue?

Piense en una respuesta a eso y eso es todo: solo dígale lo mismo a usted mismo. Este consejo es válido porque tendemos a ver los errores de los demás con más moderación que los nuestros, precisamente porque tendemos a ponernos pesados ​​cuando se trata de autocrítica.

Algunos estudios han demostrado que este ejercicio de tratarte a ti mismo como tratarías a un amigo y, como resultado, ser menos crítico y despiadado te hace ver tus problemas de manera diferente y sentirte mejor con respecto al panorama general. Haz de este ejercicio un hábito y habla contigo mismo como lo harías con un buen amigo.

3 - Nombra tus emociones

No es bueno evitar hablar de sentimientos, incluso porque no es una actitud muy inteligente en términos de salud mental. Por complicado o extraño que sea, intente comprender lo que siente y asígnele el nombre correcto: miedo, ansiedad, nerviosismo, ira, envidia, celos.

Al nombrar estos sentimientos en lugar de decir que tiene mariposas en el estómago o una garganta apretada, puede comenzar a comprender cómo cada una de ellas afecta sus actitudes y decisiones diarias. Si está molesto por algo que sucedió en el trabajo pero no menciona lo que siente, puede terminar dañando otras áreas de su vida debido a eso.

4 - Equilibra tus sentimientos y emociones con unas pocas dosis de lógica.

Ya sea que estemos hablando de problemas financieros, peleas matrimoniales o problemas familiares, lo que importa es que aprenda a usar la lógica al evaluar estos problemas en lugar de solo mirar el lado emocional. La mejor manera de encontrar este equilibrio es crear una lista de pros y contras, y una vez hecho esto, mire cada elemento para tomar la mejor decisión posible.

5 - Aprende a mostrar gratitud

Mostrar gratitud es un ejercicio simple que trae beneficios físicos y psicológicos, incluido un mayor sentimiento de felicidad: las personas que practican la gratitud suelen ser un 25% más felices que las que no les agradecen nada.

El consejo es crear un hábito diario de pensar en las cosas por las que estás agradecido: hablar sobre ellas en el desayuno, hacer una lista corta, incluso crear un diario de gratitud, en el que escribas sobre lo que como en tu vida, religiosamente, todos los días. Esto entrenará a su cerebro para ser más positivo y su sensación de bienestar será más intensa.

* Publicado el 20/02/2017