7 cosas que no sabías sobre dentistas y consultorios dentales

Ir al dentista es visto como una especie de tortura por muchas personas, entre otras: el paciente es vulnerable en medio de un mundo de agujas, taladros y especialistas enmascarados. Para tratar de curar el trauma, nada mejor que descubrir algunos secretos de estos profesionales que dejan a cualquiera con la boca abierta. Compruébalo a continuación:

1 - La razón detrás de las preguntas que hacen los dentistas incluso cuando no puedes hablar

Su dentista sabe, sí, que no puede hablar con su boca entumecida y obstruida por el algodón. De hecho, él sigue hablando contigo para que te distraigas mientras él hace el trabajo. La intención aquí es hacer que el paciente no se concentre en cada paso del procedimiento.

2 - De hecho, no te ven

Los dentistas a veces usan lupas que aumentan el tamaño de los dientes. El asistente, que está allí, también tiene la función de observar sus expresiones faciales y notar si hay mucha incomodidad.

3 - ¿Te funciona bien la anestesia?

Si no, la razón puede ser sorprendente: el componente anestésico que se aplica antes de algunos procedimientos es liposoluble. Si el paciente tiene exceso de grasa en el tejido de las encías, la anestesia puede diluirse y desaparecer. Ir al dentista con el estómago vacío tampoco es una buena idea para quienes sufren mucho dolor, y solo curiosidad: los pelirrojos también tienden a sentir más dolor, gracias a un tipo de mutación genética.

4 - Los acuarios no son meramente decorativos

Es muy posible que ya haya ido a un consultorio dental que tiene un acuario como parte de la decoración de la sala de espera. Es posible que aún no lo sepa, pero esta es una forma barata y eficiente de calmar los nervios del paciente que espera ser visto: el pequeño ruido del agua nos hace sentir menos ansiosos.

5 - ¿Y ese olor a oficina? ¿Es lo que?

No es más que una mezcla del aroma de guantes de látex y gel de flúor, que se utiliza para la limpieza.

6 - Los dentistas te ocultan cosas

Muchas personas pierden el control durante las consultas por una variedad de razones. Por el bien del paciente mismo, el dentista y todos los demás involucrados, estos profesionales esconden algunos instrumentos potencialmente peligrosos que obviamente son aterradores por su apariencia. Esta es una regla especialmente aplicada a los niños.

7 - ¿Hay un mejor momento para programar su cita?

Para aquellos que están aterrorizados por la silla del dentista, no hay buen tiempo, pero la verdad es que después de la primera cita en la mañana, los dentistas se vuelven más concentrados. La sugerencia de los dentistas entrevistados por Mental Floss es la siguiente: si el consultorio abre a las 8 a.m., lo ideal es hacer una cita entre las 9 a.m. y las 11 a.m.

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