7 lecciones de liderazgo del gran conquistador romano Julio César

El dictador romano Caio Julio César (100 a. C. a 44 a. C.), considerado por muchos eruditos como el mayor líder militar de todos los tiempos, simplemente prescinde de las presentaciones. Nació en Roma y pertenecía a una familia de la pequeña aristocracia, de la cual los miembros afirmaban ser descendientes de Ascanio, hijo del guerrero troyano Eneas, quien a su vez sería el hijo de la diosa Venus.

Construyó su vida política lentamente y caminando, pero se hizo poderoso e influyente. Asumió varios cargos públicos después de servir en Asia; de 35 a 37 años, fue edis curuis y pontifex maximus de Roma; Entre 42 y 53 años, salió victorioso en las batallas de la Galia y Grecia, sin mencionar el hecho de que fue dictador de la Ciudad Eterna de 51, alrededor del 49 a. C., hasta su muerte cuando Brutus lo asesinó.

Considerando el trabajo dejado por el propio César, y también por sus biógrafos, Suetonio y Plutarco, sabemos que, además de ser un excelente militar, fue un gran líder. Las importantes batallas que condujo llevaron al aumento del poder de la ya notable república romana, y fue en gran parte debido a su influencia que se convertiría en el Imperio Romano. Como tal, el sitio web de Business Insider destacó los puntos más importantes del liderazgo de César, que es tan influyente como modelo para los grandes gobernantes. Compruébalo:

1 - Una buena presentación

Los buenos líderes se destacan no solo por sus actos, sino también por cómo los demuestran. César, por ejemplo, aunque era famoso por hacer largos relatos de sus logros, en una ocasión después de una breve batalla con Farnacles of the Point en Asia, solo escribió en su informe: " Veni, vidi, vici " - "Vine, vi, Yo gané ". ¡Estas tres palabras fueron suficientes para cautivar a quienes las leyeron en las oficinas romanas, y tal fue el efecto de la frase que aún hoy se recuerda!

2 - Toma riesgos

El hecho de que César fuera militar significaba que su vida estaba constantemente en peligro. Sin embargo, eso no fue un problema para él. La prueba de que el romano se arriesgó fue el cruce que hizo con sus tropas en el río Rubicón.

Cuando lo hizo, violó una ley que prohibía a cualquier general cruzar el río con su ejército. Suetonio dice en sus escritos que mientras dirigía a sus soldados, César habría dicho la frase " Alea jacta est ", que sería para nosotros como "la suerte está echada". Logró cruzar y en la batalla posterior.

3 - Está bien comenzar desde abajo

Como mencionamos anteriormente, su familia no fue tan influyente y César no nació dictador. Sin embargo, fue capaz de crecer en moral y liderazgo antes que los suyos a lo largo de su vida y no permitió que la adversidad, como la pérdida de una herencia de joven, lo obstaculizara en su empeño.

De hecho, su ambición de estar en el poder y su espíritu de liderazgo lo motivaron a no perder nunca de vista sus objetivos. Plutarco cita una frase del conquistador cuando pasa por un pequeño pueblo: "Te aseguro que preferiría ser el primer hombre aquí que el segundo en Roma".

4 - Nada es permanente

Como líder militar y ciertamente estratega, César sabía que nada era inmutable, especialmente con la guerra en mente. En poco tiempo, las personas murieron, las batallas tuvieron lugar, y lo que fue planeado podría tener que ser cambiado. Según el libro de Bill Yonne, "Julio César: Lecciones de liderazgo del Gran Conquistador", César escribió una vez: "En la guerra, los eventos importantes son el resultado de causas triviales".

5 - Nunca cometas un error

Uno de los grandes errores que puede cometer un líder es dejarse llevar por sus sentimientos y sueños. Un líder exitoso debe alejarse de él y ser lo más racional posible para que su confianza en sí mismo no lo destruya.

Lo más sabio es que el líder sea reflexivo, sepa cómo usar sus instintos y racionalidad. César, describiendo un error fatal de sus enemigos galeses, escribió: "En la mayoría de los casos, los hombres creen voluntariamente en lo que quieren", como una forma de demostrar que, aunque podían ser aplastados, finalmente se sacrificaron en la batalla.

6 - No te calmes

Independientemente de si todo va como se esperaba, nunca dejes de prepararte para lo peor. Tan maravilloso como es, solo estar de pie viendo que las cosas van bien y no hacer nada más es un error imperdonable, cuando se trata de liderazgo.

Y no solo César sabía esto, sino que temía que sucediera, tanto que escribió en sus "Comentarios sobre las Guerras Gálicas" que los dioses inmortales permitían que las personas que deseaban castigar, por sus propios errores, vivieran y prosperasen para que pudieran venir. sufrir aún más de un revés importante en las circunstancias.

Si te lo estás pasando bien, mantente atento: a César le hubiera ido bien si hubiera estado más atento. Después de todo, fue a la sombra de su mirada arrogante y dictatorial que se organizó una rebelión contra él y finalmente fue asesinado.

7 - Nunca te devalúes

La confianza en uno mismo es uno de los principales pilares de un líder. Después de todo, ¿quién confiará en alguien que no confía en sí mismos? Esta característica nunca careció del gran conquistador romano. Plutarco cuenta en su libro sobre la vida del dictador una historia interesante sobre cuándo el joven César fue secuestrado por piratas.

Los bandidos habrían pedido 20 talentos para liberarlo, pero escucharon a César reír en respuesta y la respuesta instantánea de que los malvados no tenían idea de a quién habían capturado, y él mismo ofreció 50 talentos en su propio rescate. Como si fuera poco, los romanos todavía juraron matar a todos los piratas, un hecho que se cumplió tan pronto como fue liberado, después de reunir una tropa que se fue en exterminio de los que lo habían arrestado.

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