9 conceptos absurdos sobre la menstruación en algunas partes del mundo

No hace mucho hablamos aquí en Mega Curious sobre los tenistas que tienen problemas cuando están menstruando, ¿recuerdas? El hecho es que las mujeres menstrúan, y eso es absolutamente normal, pero en algunas partes del mundo, por razones culturales extremadamente complicadas, la menstruación no es solo un tabú, también es un castigo:

1 - Cuando no hay toallas sanitarias

Si bien los tampones son tan comunes como lo son hoy en día, muchas mujeres simplemente no tienen acceso a este elemento de necesidad básica. En Kenia, por ejemplo, utilizan diferentes materiales para reemplazar las almohadillas: sábanas, periódicos, almohadillas de colchón e incluso arcilla.

Por supuesto, estos métodos no son ideales y, además de no proteger a estas mujeres, ponen en riesgo su salud. Afortunadamente, algunas ONG proporcionan copas de menstruación para varias niñas en esta situación. Las copas están hechas de silicona y son reutilizables, así que solo lávelas bien entre intercambios para garantizar la seguridad y la comodidad.

2 - Cuando la menstruación impide que una mujer consiga un trabajo

Si lo es El año es 2015 y ese tipo de situación aún ocurre, por desgracia, mucho más de lo que debería. En algunas regiones de Japón, por ejemplo, la tradición es muy clara y se toma en serio: las mujeres no pueden trabajar en restaurantes que hacen sushi.

Según Yoshikazu Ono, hijo de un famoso chef de sushi japonés, que concedió una entrevista a The Wall Street Journal, las mujeres no pueden preparar sushi porque sus períodos menstruales afectan la forma en que prueban la comida. Esta regla de "desequilibrio" se ha utilizado varias veces para evitar que las mujeres trabajen o tengan los mismos derechos que los hombres. La menstruación, como todos sabemos, no es una enfermedad.

Evolucionado en muchas áreas en lo que respecta a la igualdad de género, Japón no siempre puede dar el ejemplo. Era necesario crear un proyecto de ley para que, solo en 1999, las mujeres tuvieran derecho a trabajar por la noche; antes de eso, tenían prohibido trabajar después de las 10 de la noche.

Más tarde, para tratar de romper este tabú de una vez por todas, un empresario japonés decidió en 2011 abrir un restaurante que contrata solo a mujeres empleadas. ¡Gran iniciativa!

3 - Cuando las niñas son puestas en un cuarto oscuro porque menstrúan

En Nepal, una tradición bastante cruel finalmente fue prohibida en 2005. Básicamente, las niñas que menstrúan fueron aisladas en un cuarto oscuro durante una semana; esta práctica extraña todavía se toma en serio en las áreas rurales, especialmente.

El aislamiento consiste en enviar a estas chicas a cobertizos oscuros, sin ventanas ni iluminación, donde tengan acceso a condiciones mínimas de protección e higiene, de modo que muchas abandonen el recinto ya enfermo y débil, y psicológicamente sacudidas por la falta de contacto humano. .

La profesora Rupa Chand Shah, que estuvo aislada durante su período menstrual, ya no acepta la práctica y hoy trabaja incluso cuando está menstruando, y alienta a otras mujeres, incluidas sus alumnas, a hacer lo mismo.

4 - Cuando no tienes hogar

¿Alguna vez te has preguntado cómo hacen las personas sin hogar cuando están menstruando? Las personas en esta condición a menudo reciben donaciones de artículos básicos como ropa y alimentos. Sin embargo, entre las cosas que más faltan están la ropa interior y las toallas sanitarias, después de todo, las mujeres suelen tener sus períodos entre tres y cinco días al mes durante varios años.

Además, los tampones no son exactamente baratos y deben cambiarse con frecuencia. Incluso hay una campaña en los Estados Unidos que alienta a las personas a donar toallas sanitarias y sostenes a las personas sin hogar. ¿Participarías en algo como esto? ¿Crees que es importante?

5 - Cuando la menstruación necesita ser un secreto

En Malawi, África, la menstruación es sinónimo de vergüenza. El tema es un tabú tan grande que los padres ni siquiera hablan de ello con sus hijas, por lo que crecen y menstrúan por primera vez sin tener idea de lo que está sucediendo.

Cuando la menstruación ocurre por primera vez, generalmente la niña que habla con la niña es una de sus tías, quien le enseña a hacer protectores de ropa interior con ropa vieja y le aconseja que no hable con los niños mientras está menstruando. Todo tiene que mantenerse en secreto.

6 - Cuando el problema es precisamente el absorbente

En algunas partes de Bolivia, se instruye a las mujeres, incluso en algunas escuelas, a no tirar sus tampones usados ​​a la basura del baño. En cambio, necesitan encontrar un lugar donde el material pueda estar oculto y lejos del resto de la basura.

La razón de esto es la creencia de que mezclar almohadillas usadas con otros tipos de desechos puede causar cáncer. Por lo tanto, es común que las mujeres almacenen sus tampones usados ​​en una bolsita durante el día y solo los descarten cuando lleguen a casa.

7 - Cuando escuchas que la menstruación puede contaminar los alimentos

Muchas mujeres y niñas en la India todavía creen en la idea popular de que la menstruación es contagiosa y que simplemente tocar algo durante este período es suficiente para convertirlo en veneno.

Mientras están menstruando, muchas mujeres se mantienen alejadas de la cocina y de cualquier actividad asociada con ella, por lo que sería suficiente para evitar la "contaminación".

8 - Cuando la ducha menstrual se convierte en sinónimo de infertilidad

En Afganistán, muchas mujeres creen que pueden volverse infértiles si se duchan durante su período menstrual. El problema es precisamente que la limpieza del área genital siempre es necesaria, especialmente durante la menstruación, para prevenir la proliferación de bacterias y el mal olor.

Aún así, la idea de que durante este período las mujeres deben evitar la ducha es bastante popular en el país. Temerosa de no poder quedar embarazada algún día, muchas aún siguen este patrón.

9 - Cuando la menstruación se considera una enfermedad

En Irán, es común que la menstruación se interprete como una enfermedad, y por extraño que parezca, el 48% de las mujeres iraníes lo cree. Afortunadamente, se está trabajando en educación sexual en el país, con el apoyo de UNICEF y la esperanza de que esta creencia pueda ser prohibida lo antes posible.