La foto tomada por el telescopio Hubble que cambió el curso de la astronomía.

Era el año 1995 cuando el equipo del astrónomo Robert Williams, que rastreaba los registros del Telescopio Espacial Hubble, decidió hacer una apuesta arriesgada: colocar el equipo hacia una región aparentemente vacía del cielo cerca de la constelación Big Dipper. Poco sabían que esta hazaña inusual cambiaría para siempre el curso de la astronomía.

Pero antes de que eso ocurriera, un problema importante amenazaba con poner en peligro la misión multimillonaria: cuando se lanzó en 1990, se descubrió que la lente del telescopio en la que la NASA invirtió esfuerzos y una gran cantidad de dinero presentaba problemas graves que afectaron La nitidez de las imágenes capturadas directamente.

Tomó tres años finalmente solucionar el problema, lo que alivió a los astrónomos de la agencia espacial estadounidense. Pero aún así, había desafíos que superar: señalar un telescopio de mil millones de dólares a "nada" en ese momento se consideraba audaz, ya que las imágenes podían ser demasiado borrosas o demasiado oscuras para un examen más detallado. Pero a pesar de las incertidumbres y el miedo a posibles fallas, los astrónomos mantuvieron las lentes de Hubble dirigidas a ese punto del cielo durante 10 días.

Cuando finalmente se procesaron las imágenes, llegó la sorpresa: el equipo había capturado aproximadamente 3.000 galaxias que nunca antes se habían identificado. Además, permitió a los expertos obtener una nueva visión de la expansión del universo y ayudó a despertar el interés público en este costoso proyecto.

Los resultados obtenidos por el telescopio Hubble incendiaron instantáneamente a la comunidad científica, y su serie de imágenes se llamó Hubble Deep Field.

A continuación puede ver un video en inglés producido por el sitio web de Vox que explica la revolución causada por un simple registro que cambió inesperadamente la forma en que la humanidad mira al cielo: