La historia del hombre más feliz del mundo.

Imagina lo que una persona tiene que ser y / o ser considerada la más feliz del mundo: ¿dinero? El éxito? Ok? Amor Salud? ¿Todo esto junto? La verdad es que nada de esto, al menos no específicamente, hizo que el hombre más feliz del mundo, Matthieu Ricard, ganara este título.

Ricard es un monje budista de 71 años cuyas ondas cerebrales han sido evaluadas rigurosamente por investigadores de la Universidad de Wisconsin. Según el neurocientífico Richard Davidson, responsable del estudio, se usaron 256 sensores durante las sesiones de meditación del monje para mapear sus actividades cerebrales.

Los sensores revelaron que el cerebro de Ricard produce un nivel muy alto de ondas gamma, el más alto jamás registrado por la ciencia. Estas ondas están relacionadas con la conciencia, la atención, el aprendizaje y la memoria. En el caso del monje, cada vez que meditaba, sus pensamientos se enfocaban en la compasión.

Davidson dijo que las pruebas revelaron una actividad excesiva en la corteza prefrontal izquierda en comparación con el lado derecho. Esta diferencia en la actividad le permite a Ricard poder sentir la felicidad de una manera extremadamente intensa y tener una capacidad reducida para sentir la negatividad.

El secreto

Si bien todo esto ha sido probado científicamente, Ricard no se considera el hombre más feliz del mundo y dice que conoce a otros monjes más felices que él. Preocupado por el título que recibió, incluso ventilado al Dalai Lama. ¿El consejo que escuchaste? "Si quieren que seas el hombre más feliz del mundo, sé el hombre más feliz del mundo".

Sin embargo, cuando necesita dar consejos de felicidad, Ricard afirma que la benevolencia y el altruismo son las claves para la felicidad plena. Nos aconseja meditar al menos 15 minutos al día y pensar en cosas felices durante ese tiempo; los estudios de Davidson han demostrado que 20 minutos de meditación diaria pueden hacer que una persona se sienta más feliz. En otras palabras, puede adaptar la sugerencia de Ricard al descubrimiento de Davidson.

En una entrevista, el monje budista dijo que la comparación que solemos hacer de nuestras vidas con la de los demás es lo que más destruye nuestra felicidad. Si lo pensamos, eso tiene mucho sentido, ¿no te parece?

* Publicado el 21/11/2016