El anillo invisible de Saturno es 500 veces más grande que el planeta.

Además de sus conocidos anillos visibles, Saturno también tiene un enorme anillo exterior, descubierto en 2009 y llamado Phoebe, que no se puede ver con los telescopios convencionales.

Ahora, utilizando nuevas imágenes de un telescopio infrarrojo, un grupo de científicos ha analizado la estructura y composición del nuevo anillo.

Según el estudio, publicado el miércoles en la revista Nature, el anillo Phoebe es aún más grande de lo imaginado y, a diferencia de los otros anillos, está formado por partículas de polvo muy pequeñas.

Según los autores del estudio, dirigido por Douglas Hamilton de la Universidad de Maryland, el anillo Phoebe ocupa una región del espacio más de 500 veces más grande que el tamaño de Saturno, y aproximadamente 10 veces más grande que el anillo E, que hasta 2009 fue el anillo más grande conocido en el planeta gigante. Los investigadores creen que el anillo fue formado por partículas expulsadas de Phoebe, una luna distante.

La primera pista de que Saturno podría tener un anillo invisible apareció en 1671, cuando el astrónomo italiano Giovanni Domenico Cassini observó el planeta con un telescopio y descubrió la luna que ahora se conoce como Iapetus. Según Hamilton, esta luna tiene una característica extraña: tiene un lado blanco y un lado negro, algo que no se observa en otros satélites del Sistema Solar.

Desde entonces, los científicos sospechan que Iapetus se mueve dentro de un anillo de material oscuro que no se puede ver desde la Tierra, y que ese material se acumularía solo en el lado del satélite que mira a su órbita. Pero ver un anillo de polvo negro en la oscuridad del espacio era una tarea más allá de la ciencia hasta hace unos años.

Utilizando imágenes de un telescopio infrarrojo, el equipo de Hamilton finalmente anunció el descubrimiento del anillo Phoebe en 2009. Ahora, a partir de nuevas imágenes tomadas por el telescopio espacial infrarrojo Wise de la NASA, los investigadores han podido estudiar su estructura con más detalle. Según Hamilton, el nuevo anillo es un 30% más grande de lo imaginado.

Según los autores del estudio, el anillo no se puede ver porque, a pesar de ser gigantesco, sus partículas son muy pequeñas y escasas. Calculan que en un área del tamaño de una montaña, no debe haber más de 20 partículas de polvo. Además de ser invisible, el anillo de Phoebe está inclinado en relación con los demás y probablemente gira en la dirección opuesta del planeta.

Los investigadores consideraron las características del anillo gigante "intrigante", según el estudio. En los anillos visibles, en general, las partículas más pequeñas son del tamaño de una uva y las más grandes son del tamaño de una casa.

En el anillo de Phoebe, según el nuevo estudio, la mayoría de las partículas son del tamaño de granos de polvo y una pequeña fracción puede ser tan grande como un balón de fútbol. "Las partículas con radios mayores de 10 centímetros corresponden a un máximo del 10% de la composición del anillo", dice el estudio.

Las características inusuales del nuevo anillo, según los investigadores, pueden significar que hay procesos de formación de partículas que no se habían imaginado hasta ahora.

Por Fábio de Castro - Sao Paulo

Via InSummary.