El 27 de diciembre de 2016, los fanáticos del cine de todo el mundo lloraron la muerte de la actriz Carrie Fisher, la eterna princesa Leia de la saga Star Wars. Tuvo un paro cardíaco en un avión, fue hospitalizada por unos días y no pudo resistir. El viernes pasado (16), salió un informe oficial afirmando que Carrie murió debido a una apnea del sueño, entre otros factores.

Ya el lunes (19), se informó que las pruebas toxicológicas identificaron la presencia de drogas como cocaína, metadona, etanol y opiáceos. También hubo rastros de la potente droga MDMA. Aun así, el informe dice que no es posible decir que Carrie murió por el uso de estas sustancias.

Según su hijo, Billie Lourd, la actriz tenía antecedentes de adicción y problemas relacionados con el sueño. La apnea nocturna es uno de los trastornos más comunes pero extremadamente graves, ya que bloquea la respiración y puede provocar la muerte. Por lo general, la persona se despierta cuando tiene un ataque de apnea, pero en el caso de Carrie, que estaba en coma, la apnea fue fatal.

Carrie Fisher se hizo famosa interpretando a la princesa Leia Organa en los cines

Este trastorno ocurre debido al bloqueo de la vía aérea por los tejidos ubicados en la parte posterior de la garganta. Las personas con esta afección pueden tener interrupciones de la respiración más de cien veces por noche y son más graves cuando duermen boca arriba. A la larga, la apnea puede provocar presión arterial alta, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes y depresión.

Debido a que es un problema de sueño, la apnea puede hacer que las personas se despierten cansadas, especialmente porque no han dormido bien. Esto puede afectar la concentración diurna y provocar estados de sueño, incluido entumecimiento involuntario. Quienes padecen este trastorno pueden ni siquiera saber que existe, siendo notado por un pariente o pareja.

Los posibles síntomas de la apnea nocturna incluyen ronquidos, dolores de cabeza matutinos, insomnio, falta de aliento al dormir e irritabilidad. El tratamiento más común incluye cambiar los hábitos de estilo de vida, como dejar de fumar, perder peso, evitar el alcohol y las pastillas para dormir, hacer ejercicio, dormir de lado, estimular los músculos de la boca y usar un dilatador nasal. Sin embargo, en cualquier caso, un médico necesita analizar al paciente para indicar la mejor forma de solucionar este problema.

La obstrucción del aire ocurre detrás de la garganta y puede tener serias consecuencias.

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