Aprende a mantener un diálogo incluso cuando no tienes nada que decir

Algunas personas son más extrovertidas por naturaleza y pueden hablar con casi todos. Sin embargo, de vez en cuando todos se encontrarán con un pequeño problema: la falta de temas, especialmente con extraños.

Aunque el diálogo no es obligatorio, el silencio puede ser bastante incómodo, especialmente si necesita estar en el mismo ambiente con otra persona y sentir que quiere hablar, pero tampoco hay un tema.

Idealmente, cuando ya tienes un tema en común con la persona. En la sala de espera de un dentista, por ejemplo, puede hablar sobre la demora en ser atendido o sobre los procedimientos realizados por los dentistas, algo solo para romper el hielo. Pero incluso cuando no tiene un punto de partida, puede tener una conversación agradable con quien acaba de conocer. Escriba los consejos:

1. No intentes forzar nada

Algunas personas evitan chatear porque piensan que necesitan ser interesantes todo el tiempo. ¡Tonterías! Muchas de estas conversaciones cotidianas más frívolas con extraños ni siquiera son recordadas por su interlocutor; en el mejor de los casos, habrá un recordatorio de que hubo alguna interacción, pero nada muy significativo. Así que no tenga miedo de abordar problemas genéricos solo para romper el hielo.

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2. Pregunta sobre la vida

A muchas personas les gusta hablar de sí mismas, porque este es al menos un tema que dominan. Si nota que su interlocutor es alguien que tiene este rasgo, ¡haga preguntas buenas pero no invasivas sobre su vida! De esa manera, mantienes la llamada sin tener que trabajar duro para encontrar palabras, ¡solo ten buen oído!

Es posible desarrollar algunas técnicas: si la persona está cansada, puede preguntar qué condujo a este estado; si ella tiene un tatuaje, pregunta qué significa; Si lleva un atuendo diferente, pregunte dónde lo compró. Estas son preguntas que necesitan elaboración en la respuesta y hacen que las personas se sientan vistas.

Un hombre parado en una habitación

3. Temas universales

Busque problemas genéricos y universales de los que todos tengan una opinión. Trate de pensar en historias que se están discutiendo en los medios de comunicación, pero aléjese de temas controvertidos: la interacción puede terminar por un camino de debate que puede no gustarle si es contrario al suyo.

Entonces, uno de los mejores temas es la comida. Todos comen, ¿no? Puede hablar sobre problemas de comida rápida, recetas comerciales o consejos de dieta, etc. Quizás todavía salgas de esta interacción superficial con información interesante para tu vida.

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4. Usa la repetición

Si alguien le está explicando algo sobre su trabajo pero usted no lo comprende, un buen consejo es tratar de volver a explicarle lo que entiende utilizando sus propias palabras. De esta manera, no solo muestra interés, sino que también abre brechas para que la persona detalle mejor algo que le ha estado confundiendo. Y el diálogo terminará fluyendo más naturalmente.

Jerry Seinfeld

5. Comparte detalles de tu vida diaria

Para decirle que fue al banco ese día, puede ser bastante aburrido al principio, pero puede abrir brechas para que surja un problema. Comience a pensar en pequeños detalles de su vida diaria para narrar sus acciones, porque incluso estos temas aparentemente banales pueden generar conversaciones geniales. Y para reforzar: es mejor no recordar lo que te hablaron, que recordar que hubo un extraño silencio entre ellos.

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