El misterioso asesinato de Aída Curi asustó a Río en la década de 1950

El 14 de julio de 1958, a fines de la década de 1950, la joven Aída Curi sufrió una sesión de abuso psicológico y tortura física en un dúplex en Copacabana, la zona sur de Río de Janeiro. En ese momento, el caso fue fuertemente explotado por la prensa, principalmente porque el crimen no tenía una razón establecida para ello.

Aída Curi era hija de inmigrantes sirios, tenía 18 años y vivía en Gávea en el momento del crimen, pero había pasado toda su infancia en la universidad de una monja. En ese momento, Aída estaba trabajando con su hermano en una tienda y tomando cursos en Copacabana: mecanografía, portugués e inglés.

Ese día, sin ninguna razón, Aída Curi fue atraída al departamento donde ocurrió el crimen en la Avenida Atlántica y fue cruelmente asesinada por los jóvenes Cassio Murilo y Ronaldo Castro de clase media. Los dos todavía tenían ayuda del conserje, Antonio Souza.

Aída Curi y Ronaldo Castro (Fuente: Wikipedia / Reproducción)

Para encubrir el crimen, los tres arrojaron a Aida del dúplex para simular suicidio. Pero los expertos encontraron rasguños en los muslos, el vientre y el cuello de Aída, así como contusiones en los brazos y las muñecas, que muestran una lucha corporal entre ella y los asesinos, así como un intento de estrangular y abusar sexualmente.

Después de que el crimen expuso a sus asesinos, se descubrió que los dos pertenecían al movimiento juvenil fuera de lugar (los jóvenes rebeldes de la década de 1950), y al principio no tenían una razón real para cometer el crimen.

El futuro después del crimen.

Durante el juicio, los acusados ​​fueron condenados, pero la defensa logró absolver a Ronaldo y Antonio, condenando solo a Cassio Murilo, quien, al ser menor de edad, finalmente fue absuelto.

Aída Curi (Fuente: Wikipedia / Reproducción)

Algún tiempo después, en un tercer juicio, condenaron a Ronaldo Castro quien, después de cumplir su condena, se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Cassio se convirtió en militar, pero fue asesinado alrededor de 1978. El caso de Aída Curi se convirtió en otra fracción del escenario de feminicidio en Brasil. Un crimen que fue mal juzgado y explotado por la prensa, que incluso publicó fotos del cuerpo de la joven que yacía en el piso de Copacabana.