Las bacterias encontradas en Atacama señalan la esperanza de vida en Marte

Un equipo internacional de investigadores dirigido por el científico Dirk Shulze-Makuch de la Universidad Estatal de Washington descubrió que el lugar más parecido a Marte en la Tierra, aparentemente incapaz de generar vida, en realidad no es tan estéril. .

Estamos hablando del desierto de Atacama, un lugar donde no se creía que existiera ni siquiera microbios vivos. Sin embargo, los investigadores encontraron eflorescencia de bacterias especializadas después de una tormenta eléctrica, con la esperanza de que las colonias pudieran estar latentes en las entrañas del Planeta Rojo.

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Desierto sin vida

Atacama es un desierto extremadamente árido. El nitrato, que podría alimentar a las bacterias, apenas existe en la región, y la lluvia se mide en milímetros durante décadas. Y aunque el desierto de 10 millones de años es sorprendentemente frío con un clima mediterráneo, no tiene suficiente agua para mantener la vida.

Sin embargo, según los investigadores, la lluvia que cayó en la región después de décadas de sequía activó las colonias enterradas debajo de la superficie que estaban hibernando. Fue suficiente para que las bacterias comenzaran a reproducirse frenéticamente, aprovechando al máximo la oportunidad, hibernando gradualmente nuevamente cuando el suelo se volvió a secar.

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Posibilidades en Marte

Los científicos ya habían encontrado organismos muertos y señales de ADN en la superficie de Atacama, pero esta era la primera vez que podían identificar una forma de vida persistente en la región. Para Schulze-Makuch, estas comunidades de microbios con capacidad de lluvia pueden permanecer latentes durante cientos o incluso miles de años, en una condición muy similar a la que encontrarías en un planeta como Marte.

Aunque el entorno del Planeta Rojo todavía es mucho más inhóspito que el de la Tierra, el lugar ha sido bastante diferente durante miles de millones de años, con mares, ríos y lagos que pueden haber albergado vida. Por lo tanto, es posible que a medida que el planeta se volvió más frío y seco, algunas formas de vida se adaptaron para desarrollar una especie de hibernación a largo plazo.