Casos familiares: el médico miente y usa semen propio para embarazar a la paciente
Cuando una pareja intenta quedar embarazada y fracasa, es común consultar a un médico especializado en fertilización. Primero, es necesario identificar si el hombre o la mujer tienen alguna condición que obstaculiza o dificulta la reproducción, y luego buscar soluciones a este problema. En muchos casos, se sugiere la fertilización in vitro a través de donantes anónimos.
Una mujer llamada Kelli Rowlette, de 36 años, descubrió por las malas que sus padres tenían problemas de fertilidad antes de que ella naciera: ¡en una prueba de ADN, descubrió que su verdadero padre era el médico que hizo el tratamiento! ¡Llama al ratón para que la respiración esté garantizada!
La compañía Ancestry DNA realiza análisis para identificar posibles relaciones entre personas distintas y desconocidas. Kelli envió una muestra de saliva a la compañía, después de ordenar el material de recolección por Internet, y encontró una combinación perfecta entre ella y un hombre que vivía a más de media milla de su casa.
La fertilización in vitro es la opción para parejas con problemas de embarazo.El hombre en cuestión era el obstetra retirado Gerald Mortimer, de quien Keli nunca había oído hablar. Tras una investigación adicional de la historia, la mujer descubrió que sus padres buscaron a Mortimer para averiguar por qué nunca quedaron embarazadas. El médico estaba pensativo: su padre tenía poca cantidad de esperma.
Para resolver el problema, Mortimer sugirió inseminación artificial: el semen del padre de Keli se mezclaría con el de un donante anónimo para aumentar las posibilidades de que un espermatozoide fertilice un óvulo sano de la madre de la mujer. La pareja estuvo de acuerdo siempre y cuando el donante se pareciera a su padre, es decir, ser joven y tener cabello castaño, ojos azules y más de seis pies.
¡La fertilización fue un éxito! Keli nació después de un embarazo saludable, y la Dra. Mortimer siguió sus primeros pasos hasta que se mudó con sus padres a otro estado. El médico sabía la verdad y lloró ante la noticia, pero no reveló que había mezclado su propio semen en la fertilización y que sabía que Keli era su hija. Y ese donante permanecería en el anonimato si Keli nunca hubiera ido tras sus orígenes, por curiosidad en lugar de desconfiar de algo.
El Dr. Gerald Mortimer ya está retiradoCuando los padres de Keli vieron el resultado del examen, una mentira más: negaron que esto pudiera ser cierto por temor a lo que sucedería si supiera quién era el general Mortimer. Recordaban al médico en ese momento y estaban horrorizados por la situación, pero trataron de evitarle a Keli el mismo martirio.
La historia no termina allí ... Meses después, cuando ya lo había superado, Keli estaba jugando con documentos antiguos en la casa de sus padres cuando encontró su certificado de nacimiento. En él, rebotaba el nombre del médico que dio a luz: general Mortimer, el único que según la prueba de ADN era su padre.
La prueba se realizó en julio del año pasado, pero solo ahora la familia de Keli decidió demandar al médico y a la clínica de fertilidad. Reclaman al menos $ 75, 000 en daños por daños morales. Extraño, ¿verdad? Es ese viejo dicho: "No te metas con lo que está tranquilo".