Los cocineros preparan platos más sabrosos cuando los ven los clientes.

Cuando almorzamos o cenamos afuera, rara vez vemos al chef preparando nuestros platos, ¿verdad? Algunos restaurantes orientales escapan a esta tradición y exponen a sus chefs al público mientras preparan sushi y similares. También hay, por supuesto, establecimientos que se adhieren a esta estrategia de hacer visible el trabajo del chef, pero en la mayoría de los restaurantes estos profesionales son internos.

Esta característica a menudo pasada por alto se ha convertido en un tema de estudio en Harvard y la Universidad de Londres. Los investigadores de estas dos instituciones hicieron un experimento que duró solo dos semanas. La idea era averiguar si los cocineros preparan platos más sabrosos cuando están en contacto con quién come la comida. Va a ser?

Método

Los experimentos se realizaron en cuatro escenarios diferentes, dentro de una cafetería. En el primer escenario, los chefs preparaban comidas en un ambiente apartado; en el segundo, solo los clientes vieron chefs; en el tercero, solo los cocineros vieron clientes; y en el dormitorio, chefs y clientes se vieron. En ninguno de los casos interactuaron clientes y chefs.

Después de dos semanas de investigación, no había duda: cuando los chefs podían ver a los clientes del establecimiento, los consumidores estaban 10% más satisfechos con la calidad de los platos. En el escenario donde los clientes y los chefs no se veían, no hubo mejoría en la evaluación de los platos.

Calidad y gratitud

En el grupo donde los chefs y los clientes se vieron, la satisfacción del consumidor aumentó 17.3%. Además, el servicio fue 13.2% más rápido. Según Ryan W. Buell, uno de los investigadores de Harvard, el estudio concluye que los empleados se sienten más apreciados y más satisfechos con su trabajo cuando son vistos por los clientes.

Buell señala que no solo ha cambiado la percepción de la calidad, sino que la calidad real de los alimentos preparados ha mejorado cuando los chefs y los consumidores pueden verse. La estudiante Tami Kim ya dijo que el estudio reforzó el poder de la gratitud. Según ella, una de las cocineras dijo que quería mejorar al darse cuenta de que los clientes están contentos con sus platos. Es decir: la gratitud y la reciprocidad parecen ser el secreto.