Los científicos creen que percibimos el tiempo con dos relojes biológicos

¿Te despertaste a tiempo hoy? ¿Te preparaste, desayunaste y llegaste a la escuela, la universidad o el trabajo a tiempo? Así que agradezca a su cerebro por ayudarlo a calcular el tiempo correctamente, después de toda nuestra capacidad para detectar el paso del tiempo es una habilidad fundamental en la rutina diaria.

Pero, ¿cómo puede el cerebro tener un reloj tan fino? Los neurocientíficos creen que tenemos distintos sistemas neuronales para procesar diferentes tipos de tiempo, como para mantener el ritmo circadiano, por ejemplo, o para controlar los movimientos del cuerpo y mantener la conciencia del paso del tiempo.

Hasta hace poco, los científicos creían que este último tipo de procesamiento, que te hace darte cuenta de que has estado viendo televisión durante horas, por ejemplo, es mantenido por un solo sistema cerebral. Sin embargo, una nueva investigación indica que la teoría de que solo tenemos un reloj neuronal es muy simplista.

Un nuevo punto de vista

Al contrario de los estudios realizados hasta ahora, la investigación realizada por neurocientíficos de la Universidad de California y publicada en el Journal of Neuroscience reveló que tenemos un método alternativo para comprender el paso del tiempo. Más que eso, los autores del estudio sugieren que tenemos un segundo reloj biológico que funciona en paralelo con nuestro reloj neuronal primario.

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Las encuestas anteriores sugirieron que una región del cerebro conocida como el cuerpo estriado sería responsable de nuestro reloj biológico, trabajando en asociación con otras partes de la corteza para integrar la información temporal. Se puede encontrar una indicación de esta función en pacientes con enfermedad de Parkinson, que es un problema degenerativo que interrumpe la entrada de información al cuerpo estriado y dificulta que las personas noten el paso del tiempo.

Pero esta conciencia exige que el cerebro no solo mida el tiempo, sino que mantenga un recuerdo del pasado. La ciencia sabe desde hace tiempo que el hipocampo es un marco fundamental para recordar experiencias pasadas. Por esta razón, creen que esta parte del cerebro también está relacionada con nuestra noción del tiempo.

Los estudios han registrado los impulsos eléctricos de la actividad cerebral en animales y mostraron que las neuronas en el hipocampo señalan momentos específicos en el tiempo, pero el hipocampo no siempre se usa para registrarlo. De hecho, las personas que han sufrido daño en el hipocampo pueden recordar fácilmente períodos cortos de tiempo, pero les resulta difícil reanudar largos intervalos. Todas estas conclusiones llevaron a los investigadores a asociar el hipocampo con nuestro reloj biológico.

El metodo cientifico

Para fundamentar su teoría, los neurocientíficos realizaron pruebas en ratones usando un sistema de entrenamiento e inyectando una sustancia química que bloqueó temporalmente las funciones del hipocampo. Por lo tanto, concluyeron que esta parte del cuerpo es importante para distinguir entre intervalos de tiempo similares, pero no es necesaria cuando los intervalos son muy diferentes.

Esto los llevó a concluir que, aunque la estructura juega un papel en nuestra percepción del tiempo, esta función es muy específica y sirve solo para diferentes períodos similares en escalas largas, es decir, es cuestión de minutos. Si puede discernir si su baño duró 10 o 15 minutos, por ejemplo, esto es gracias a su hipocampo. Pero cuando se da cuenta de la diferencia entre 60 o 90 segundos, otras regiones del cerebro están trabajando en su reloj interno.

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El hipocampo puede no ser confiable para eventos que suceden en una escala de segundos, pero ciertamente puede ver el rápido paso de los momentos. Si consideramos que el cuerpo estriado es capaz de registrar el tiempo en segundos, los autores proponen que las dos estructuras compitan. Prueba de esto es que cuando el hipocampo está bloqueado, el cuerpo estriado es libre de funcionar más eficazmente de lo habitual, como lo demuestran las pruebas con ratones.

Por supuesto, dañar su hipocampo solo para calibrar mejor su reloj biológico es una opción que tendría varias consecuencias. Pero si esto fuera realmente posible, los investigadores creen que tendríamos una capacidad mucho mayor para registrar el paso de cortos períodos de tiempo.

Como se ha descubierto que las dos estructuras funcionan por separado y de forma antagónica, el siguiente paso en el estudio es comprender si existe alguna relación inhibitoria entre el hipocampo y el cuerpo estriado que hace que uno deje de funcionar cuando el otro está activo.