Según la ciencia, esta sonrisa no durará mucho (Fuente de la imagen: iStock)

"Dos hamburguesas, lechuga, queso, salsa especial, cebolla, pepinillos y un pan con depresión". La música no debería terminar así, pero según algunos científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (España), este es el resultado obtenido por quienes eligen dietas basadas en restaurantes de comida rápida, con muchos sándwiches y alimentos fritos, por ejemplo.

El estudio de los científicos encontró que el consumo de comida rápida podría aumentar el riesgo de algunos rastros de depresión en un 51%. Durante seis meses, 8, 964 participaron en las encuestas. Al final del período, 493 de ellos fueron diagnosticados con algún nivel de la enfermedad.

Almudena Sánchez-Villegas, una de las investigadoras, dijo a Medical Express que existe una relación entre la cantidad de comida chatarra y el riesgo de depresión, pero también dijo que incluso pequeñas cantidades pueden ser responsables de las mayores posibilidades de la enfermedad.

Todavía no hay información concreta de por qué este podría ser el caso. Las hipótesis más probables se refieren a investigaciones anteriores y apuntan a la insuficiencia de vitaminas del complejo B, omega-3 y nutrientes presentes en el aceite de oliva.