Tabú sobre los despidos, los empleados japoneses terminan en salas de aburrimiento

Si crees que las extrañas locuras japonesas se limitan a la vida personal de los jóvenes, entonces sé que es mucho peor de lo que piensas. Un ejemplo peculiar es la forma en que manejan las estrictas reglas para despedir empleados: a través de "salas de despido" ("oidashibeya" en japonés), lugares donde se envían empleados no deseados para que no hagan absolutamente nada hasta que abandonen el trabajo. .

Un informe publicado en The New York Times el viernes mostró un ejemplo de la práctica de contar la historia de Shusaku Tani, un empleado de Sony de 32 años que no aceptó una oferta de jubilación anticipada cuando trabajaba en el Centro de Tecnología Sendai. dejó de existir hace dos años.

Fuente de la imagen: Reproducción / The New York Times

Desde entonces, su rutina ha sido ir a una pequeña sala de la empresa y pasar el día leyendo periódicos, navegando por Internet y estudiando libros de sus días universitarios. Al final del período diario de "trabajo", él y otros 40 empleados en una situación similar deben informar sobre sus actividades.

Propuestas

Sony ha sugerido que Tani sea transferido a una línea de ensamblaje de la compañía y pasar a turnos de 12 horas, lo que el funcionario aceptó. Según la compañía, las llamadas "salas de diseño de carrera" ofrecen consejos para que los empleados encuentren nuevos trabajos. También reciben generosas ofertas de jubilación: un pago equivalente a un salario de hasta 54 meses.

Sin embargo, las "oidashibeyas" todavía están presentes, y los medios japoneses dicen que compañías como Panasonic, NEC y Toshiba también tienen prácticas similares. Un ejemplo de esto es el caso que se muestra en el periódico Asahi Shinbun de un empleado de Panasonic que se vio obligado a pasar sus días dentro de una pequeña habitación mirando a los monitores por irregularidades.

Legado

Este tipo de práctica se origina en prácticas laborales únicas en Japón, donde la relación entre empleado y empleador no puede considerarse superficial, sino de por vida. En el país, los despidos masivos se ven con malos ojos, lo que ha llevado a que la tasa de empleo del país alcance el 5, 4% en los últimos 60 años en 2002.

Fuente de la imagen: Reproducción / Horrores de la Segunda Guerra Mundial

Entre los empleados, se considera común trabajar intensamente, con gran lealtad a la empresa y en turnos extremadamente largos, todo a cambio de estabilidad y participación en los beneficios. La práctica llega a causar incluso la muerte por exceso de trabajo, una situación que incluso tiene un término específico en el idioma, "karoshi".

Esta realidad fue uno de los factores responsables de la recuperación de Japón después de la Segunda Guerra Mundial y su elevación a su posición alta en la economía mundial. Sin embargo, ahora ha ayudado a provocar el estancamiento económico del país, que el primer ministro Shinzo Abe busca contrarrestar con medidas que, entre otras cosas, incluyen la flexibilización del mercado laboral.