¿Cómo invaden las bacterias nuestras casas?

No hay forma de escapar totalmente de ellos. Las bacterias están en su hogar, en su almohada e incluso en su intestino. Son parte de nuestras vidas y del ecosistema mundial entero. Muchas bacterias son beneficiosas, pero algunas no son tan bienvenidas como las de la suciedad, la basura y el polvo que pueden ingresar fácilmente a su hogar y causar enfermedades.

Incluso si mantiene su hogar constantemente limpio, es casi imposible formar una barrera impenetrable contra algunas bacterias. ¿Pero por qué? ¿Y cómo invaden estos microorganismos nuestro hogar?

En primer lugar, debido a que muchas bacterias no se adhieren completamente a la superficie, pueden penetrar en el viento, la piel humana, los zapatos o a través del aire acondicionado y quedar suspendidas en el aire.

Sin embargo, la aclaración de cuáles son las formas más comunes de "invasión" de bacterias en un hogar se complementa con una investigación publicada en la revista científica PLOS ONE y comentada en Lab Rat, uno de los blogs en el sitio web de Scientific American.

Proceso de análisis

En el estudio, los investigadores investigaron las fuentes y las fuentes de bacterias que están suspendidas en el aire en un entorno cerrado, como una sala de estar o un dormitorio.

En este caso, la investigación analizó un aula universitaria y contó cuántas y qué tipos de bacterias había en ese espacio. Luego, los investigadores compararon estas especies bacterianas con el conjunto que se encuentra en la piel humana, el aire exterior, el sistema de ventilación y el polvo del piso interior.

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Como era de esperar, cuantas más personas estaban en la habitación, más partículas estaban en el aire. Con este resultado, los investigadores querían ver de dónde provenían los microorganismos.

Para explorar más a fondo el efecto de la ocupación de la habitación en las partículas dentro de la habitación, compararon tres situaciones: la primera en la que una persona caminaba sobre la alfombra de la habitación, la segunda en la que una persona caminaba sobre una lámina de plástico. en la alfombra (para evitar que las partículas cuelguen del piso) y la tercera donde caminaron 30 personas sobre la cubierta de plástico.

Resultados

El resultado mostró que la alfombra era la fuente principal de partículas más grandes y suspendida en el aire, aunque con suficientes personas las partículas grandes todavía se encontraban flotando. En otras palabras, es la alfombra, no las personas que caminan sobre ella, las que liberan bacterias en el aire.

Curiosamente, esto sugiere que los humanos juegan dos papeles importantes en la propagación de bacterias en el interior. Primero, los presentamos desde la piel, el cabello y otros componentes del polvo que podemos llevar en nuestra ropa y zapatos.

En segundo lugar, ocupar una casa que constantemente sacude el polvo, manteniendo las partículas flotando en el aire. Por lo tanto, es evidente que la solución para hogares libres de bacterias es eliminar a las personas. Fácil, ¿no es así?