Células cerebrales responsables del control de la ansiedad.

¿Alguna vez se preguntó por qué algunas personas parecen sentirse más atraídas por situaciones de riesgo? ¿O cómo los actos de alto riesgo parecen afectar a ciertas personas de ninguna manera? Investigadores de la Universidad Federal de Río Grande del Norte (UFRN), en asociación con la Universidad de Uppsala, Suecia, han encontrado células del hipocampo que juegan un papel esencial cuando estamos expuestos a estos experimentos. Básicamente, regulan nuestros niveles de ansiedad y control de riesgos.

Los seres humanos, por regla general, tienen comportamientos diferentes en relación con las situaciones de riesgo. Hay quienes se sienten atraídos, indiferentes y temerosos, incluso cuando piensan en algo así. Por un lado, las personas que prefieren la sensación de estar 100% seguros con el menor riesgo posible, por otro, aquellos que salen con arios. Realmente no hay límite para el coraje del ser humano.

Dadas estas perspectivas, el artículo del 7 de septiembre publicado en la revista Nature Communications trajo un descubrimiento importante. Las células nerviosas del hipocampo, llamadas OLM, producen efectos distintos para cada situación y pueden controlarse. Cuando se estimulan, las células generan un ritmo cerebral similar al de los animales amenazados por los depredadores pero que conocen su distancia. Es decir, incluso en una situación peligrosa, existe una cierta noción de seguridad.

En la práctica, es posible controlar los niveles de ansiedad y las conductas de riesgo manipulando las células OLM. La ganancia para el tratamiento de los enfermos de ansiedad crónica es inmensa, ya que este es uno de los principales desafíos en todos los enfoques: igualar el nivel de riesgo asumido por las personas con el trastorno.

Ciertos niveles de ansiedad son necesarios para mantener vivo al ser humano, ya que nos permiten saber qué riesgos tomar o no, con el objetivo de preservarnos. Sin embargo, en una gran parte de la sociedad, los niveles patológicos han aumentado, causando disturbios en todas las esferas. El tratamiento incluye antidepresivos, por regla general, y no tendría tantos problemas si los efectos secundarios no fueran tan intensos.

Debido a esto, la posibilidad de manipular directamente el área involucrada, sin comprometer otras regiones del cerebro, es lo que más entusiasma a los investigadores. El tratamiento directo de la depresión y los trastornos relacionados con la ansiedad es un gran avance, y la asociación universitaria ha estado dando sus frutos durante algunos años. La investigación publicada en 2012 mostró que las células OLM guardaban la memoria y podían ser controladas por agentes farmacológicos, además de ser muy sensibles a la nicotina.

Richardson Leao, investigador del Instituto Cerebro UFRN, informa que esto puede explicar por qué las personas tienden a fumar cuando están ansiosas. Curiosamente, los estudios del hipocampo suelen estar relacionados con la memoria; Solo en los últimos 10 años ha ganado más protagonismo con respecto a las emociones.

Debido a esta nueva investigación, hay una nueva forma de desarrollar antidepresivos y ansiolíticos más eficientes con menos efectos secundarios. ¡Lo esperamos!

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