Descubre cómo funciona el cerebro de un asesino

Puedes imaginar que las personas que matan a otras personas con frialdad tienen algún tipo de psicopatía, que no es más que una falta de sentimientos de culpa, remordimiento y especialmente empatía: la capacidad de ponerse en el lugar de otro. Además, los psicópatas son personas impulsivas, egocéntricas, superficiales y antisociales.

Si bien estas características pueden ser una descripción de una persona psicópata, la ciencia aún no estaba segura de cómo funcionaba el cerebro de un asesino, y gracias a un estudio publicado en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience, ahora es posible entender cómo funciona la mente. de alguien que tiene el coraje de matar a otro ser humano.

Pruebas

El psicólogo Pascal Molenberghs de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, analizó la actividad cerebral de 48 voluntarios utilizando imágenes de resonancia magnética funcional. Durante la prueba, estas personas vieron tres videos diferentes, uno tras otro.

El primer video mostraba a un soldado matando a un soldado enemigo; En el segundo video, el soldado estaba matando a un civil; En la última película, el soldado disparó su arma pero no golpeó a nadie. En las tres ocasiones, los voluntarios observaron las escenas desde el punto de vista del tirador y al final de la sesión se les preguntó a quién habían disparado.

Entonces deberían elegir: soldado, civil o nadie. Al contestar estas preguntas, los voluntarios mostraron a los científicos que estaban realmente conscientes de sus elecciones. Luego necesitaban decir cuánta culpa, en un nivel del 1 al 7, sentían en cada escenario.

Interpretación de imagen

Al interpretar las imágenes realizadas durante la investigación, Molenberghs dio prioridad a la región de la corteza orbitofrontal, que es responsable de producir sensaciones de moralidad, juicio y también de ordenar la forma en que nos comportamos en consecuencia. El análisis de la región conocida como la unión temporoparietal, en una ubicación cercana a la corteza orbitofrontal, también permite evaluar cuestiones morales e incluso el sentido de acción, que es el acto de tener una actitud y saber que uno es responsable de ello.

Después de analizar los resultados, Molenberghs se dio cuenta de que los voluntarios mostraron un aumento significativo en el trabajo en la corteza orbitofrontal al disparar contra civiles: no había tanta actividad como los participantes imaginaban disparando a los soldados. Además, había mucha conexión entre las actividades de la corteza orbitofrontal (culpa) y la unión temporoparietal (que justifica este sentimiento de culpa).

Otra observación curiosa: cuanto más afirmaban los voluntarios ser culpables de muerte, más activa se volvía la corteza orbitofrontal. Las personas más culpables tenían esta área cerebral más estimulada.

Es de destacar que el proceso de análisis no implicó la observación de solo estas dos regiones del cerebro. La actividad del giro fusiforme, responsable del análisis de rostros, se atenuó más cuando las personas imaginaban que estaban matando a civiles. Esto sugiere que los voluntarios también pensaron en las expresiones faciales de sus "víctimas", lo que humaniza la situación y causa más culpa.

Cuando los soldados fueron asesinados, otra región del cerebro se activó con mayor fuerza, la circunvolución lingual, responsable de las reacciones más frías, cuando dejamos de lado las emociones. Se cree que esta región está sobreactivada en personas que matan criminalmente.

Por supuesto, los asesinos y los soldados tienen diferentes condiciones emocionales, y cuando matan, también lo hacen por varias razones. En cualquier caso, el acto de matar a una persona es el mismo independientemente de la situación, por lo que las regiones cerebrales involucradas son las mismas, incluso cuando se activan de diferentes maneras.

Cada vez es más claro para la neurociencia que las actividades neuronales y morales del cerebro de un asesino están estrechamente relacionadas. La deconstrucción de estas relaciones puede ser una forma para que los psicólogos y los criminalistas sepan en el futuro si una persona es capaz de matar y, por lo tanto, para detenerla antes de que lo hagan.

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Entonces, ¿qué opinas sobre este tipo de investigación? ¿Crees que estos estudios pueden ayudar a la humanidad a reducir los homicidios algún día? ¡Cuéntanos en los comentarios!