La deforestación maya aún impacta los bosques de la región

Todavía se desconoce la causa exacta del colapso de la civilización maya, que hace casi mil años redujo drásticamente su población. Considerada una de las sociedades más densamente pobladas y culturalmente dinámicas de su tiempo, su estatura ha dejado su huella en la región que perdura hasta nuestros días y puede servir como una advertencia para nuestro uso de los recursos naturales del planeta.

Impactos invisibles

El estudio del carbono del suelo es una parte fundamental de la investigación climática. Cuando las plantas mueren, liberan el carbono que han absorbido de la atmósfera en la región donde se descompone. Cuando este elemento se asienta en una roca, puede permanecer allí durante miles de años, y estos valores pueden decir mucho sobre el lugar en el pasado.

Mediante el análisis de este tipo de material, el equipo del geoquímico Peter Douglas descubrió que siglos de deforestación de los mayas alteraron drásticamente las propiedades de almacenamiento de carbono del suelo de la región. El impacto fue tan grande que incluso hoy, un siglo después de que las ciudades que alguna vez fueron utilizadas por ellos hayan sido abandonadas y cubiertas de vegetación durante años, las reservas de carbono del suelo aún no se han recuperado.

El estudio se realizó mediante el análisis de sedimentos en el fondo de tres lagos, extraídos de regiones que alguna vez fueron habitadas por los mayas. Después de identificar moléculas específicas que se adhieren a los minerales y permanecen intactas durante largos períodos, llamadas ceras vegetales, los científicos utilizaron la técnica de datación por radiocarbono para determinar la edad del material.

Los hallazgos sugieren una reducción del 70 al 90 por ciento en la edad de las ceras vegetales, que coincide con los patrones de uso de la tierra de los antiguos mayas. Como resultado, descubrieron que después de la deforestación, el carbono se almacenaba en los suelos durante períodos mucho más cortos.

¿Repetiremos el mismo error?

A medida que aumenta la población mundial, necesitamos cada vez más recursos y tierras para cultivar alimentos. Los hallazgos de Douglas y su equipo no solo muestran lo que sucedió, sino que también sirven como guía para nuestro futuro. "Al poner estas cosas en perspectiva, nos dimos cuenta de que había un conjunto de datos importante que vinculaba la deforestación con los cambios en los niveles de carbono del suelo", explica Douglas.

Los investigadores que analizan la atmósfera de la Tierra coinciden en que aproximadamente el 12% de las emisiones de gases perjudiciales para el medio ambiente se originan en la deforestación, principalmente en las áreas de la selva tropical. Los resultados de la encuesta muestran que, dada la tasa actual de deforestación, una de las principales reservas de carbono existentes se reduciría drásticamente, aumentando la probabilidad de acelerar aún más el calentamiento de nuestro planeta.

Otro reflejo del análisis aparece en las áreas de reforestación, que, a pesar de tener un impacto indudablemente positivo, no pueden reemplazar el carbono perdido por el suelo. Este tipo de acción debe continuar realizándose; sin embargo, esta variable podría tener implicaciones "en cómo contabilizamos las compensaciones de carbono, que a menudo implican la restauración de áreas deforestadas pero no tienen en cuenta el almacenamiento de carbono a largo plazo", dijo Douglas.

Los resultados emocionaron al científico, que espera una continuación del estudio, pero ahora a nivel mundial. "Sería genial observar las selvas tropicales en otras regiones del mundo para ver si surgen los mismos patrones, y para ver si la deforestación y la agricultura han afectado las reservas de carbono del suelo a nivel mundial".

Hay varias formas de compensación hechas por la emisión de contaminantes, un hecho que no ocurre solo con la replantación de árboles. Aunque la actitud muestra que hay cierta conciencia del daño causado, nada reemplaza el uso cada vez menor de los recursos, lo que le daría al planeta la oportunidad de equilibrarse nuevamente. Hoy en día, algo así tendría muy poco apoyo, pero tal vez a la larga podamos planear un planeta más sostenible.

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