Dióxido de titanio: ¿la sustancia más útil del mundo?

Según un equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur, el dióxido de titanio podría ser la nueva maravilla multipropósito de la industria. El producto lleva cinco años en desarrollo y, como resultado, el resultado puede usarse para cosas tan dispares como hacer agua potable, componer telas antimicrobianas, duplicar la vida útil de la batería y extraer hidrógeno.

La idea surgió cuando el grupo intentó desarrollar un filtro de agua bactericida a prueba de incrustaciones. El proceso implica la conversión de cristales de dióxido de titanio, un material relativamente económico, en nanofibras, que se utilizan para formar membranas de filtro con gran flexibilidad.

Fuente de la imagen: Reproducción / Universidad Tecnológica de Nanyang

Sin embargo, la composición de dicha membrana puede variar. Dependiendo del uso previsto, se pueden incluir mezclas de carbono, cobre, zinc o estaño.

Producción de agua potable

El dióxido de titanio es particularmente útil para tratar el agua no potable. Actuando como filtro, el material es eficiente y económico, evitando incrustaciones, bloqueando el paso de cualquier contaminante.

Fuente de la imagen: Reproducción / Wikimedia Commons

Además, también es posible usar la membrana para eliminar la sal del agua, lo que hace que el compuesto sea muy interesante para las plantas de desalinización.

Generación de combustible

Al exponer el dióxido de titanio al sol, incluso es posible separar el hidrógeno de las aguas no potables. El producto puede ser utilizado como combustible en fábricas. Según los creadores, la sustancia actualmente es capaz de generar 1, 53 milímetros de hidrógeno por litro de agua, un proceso que dura una hora. Esto es tres veces mejor que los catalizadores de platino tradicionales.

En pilas

El equipo de Singapur también produjo una versión del material moldeado con dióxido de titanio cristal. El resultado se utilizó en células solares flexibles y en el futuro podría encontrarse dentro de las baterías de litio. Como otros estudios han demostrado, las baterías anódicas hechas de nanopartículas de dióxido de titanio pueden durar hasta el doble que los modelos tradicionales.

Estructura bactericida

Finalmente, el dióxido de titanio multifacético todavía se puede usar para la industria textil, proporcionando una estructura bactericida competente, sin interrumpir el flujo de aire a través de la estructura, lo que la convertiría en una buena opción para la industria médica.

Fuente de la imagen: Reproducción / Universidad Tecnológica de Nanyang

Actualmente, el equipo de sustancias busca asociaciones para llevar la estructura al mercado.