¿Qué pasaría si hubiera un faro para guiar a los extraterrestres a la Tierra?

Desde el comienzo de la exploración espacial, una de las principales razones para las misiones es encontrar formas de vida fuera de la Tierra. Al principio, esta búsqueda proviene solo de nosotros, los seres humanos; pero si el otro lado emite una señal en medio de mucha información, todo es más fácil.

Ya hemos analizado las señales que han llegado hasta aquí, tratando de reconocer algún mensaje de una civilización tan avanzada como la nuestra. Del mismo modo, estos posibles extraterrestres también podrían estar buscándolos, por lo que enviar señales a posibles ubicaciones de la vida sería una estrategia para establecer algún tipo de contacto.

Ante esto, un nuevo estudio del MIT examinó las posibilidades de construir una especie de baliza interestelar, lo que indicaría a alguien con la capacidad de decodificar la información que habitamos en este pequeño planeta.

Antenas conectadas

Desde la década de 1980, existe un programa que busca vida extraterrestre inteligente, SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence), a través del análisis de señales de radio y posibles señales láser. El cielo está cartografiado en general, pero algunos puntos específicos reciben más atención por su potencial para albergar algún tipo de vida inteligente.

Varios signos ya han llamado la atención y se analizaron más a fondo, ya que podrían contener información relevante, pero hasta la fecha no se ha encontrado ningún mensaje. La idea de que nuestras ondas de radio son detectadas por extraterrestres no es nueva, pero el envío intencional de información aún no se ha realizado.

Dada nuestra evolución en la industria aeroespacial en las últimas décadas, no sería sorprendente que una civilización, al menos nuestro nivel de desarrollo, pudiera investigar señales del espacio para otras formas de vida. Como queremos ser encontrados, los mensajes deben destacarse al sol cuando se analizan a largas distancias. Las especificaciones para equipos de este tamaño fueron determinadas por James Clark en un estudio de factibilidad publicado recientemente.

¿Estrella de la Muerte?

Clark dice que, aunque desafiante, el proyecto no sería imposible de hacer con nuestra tecnología actual. La magnitud con la que se producen actualmente los telescopios y los láseres podría hacerlos capaces de emitir señales que llamarían la atención de un astrónomo ubicado en otro planeta. No se sabe cómo trataría la situación, pero el investigador dice que ciertamente se identificaría como algo diferente.

El telescopio operativo más grande del mundo tiene un diámetro de 10, 3 metros, pero se están construyendo nuevos equipos de hasta 30 metros. El análisis indicó que, para el esfuerzo, se requeriría la combinación de un láser de 2 megavatios dirigido a un telescopio de 30 metros de ancho. Otra opción sería utilizar un láser de 1 megavatio menos potente, pero compensado por un espejo reflectante de unos increíbles 45 metros de diámetro.

Tal combinación sería capaz de generar una señal detectable a 20, 000 años luz, pero los posibles objetivos para un intento de contacto están mucho más cerca. Proxima Centauri b es el exoplaneta considerado como el primer objetivo, distante 4 años luz, junto con el sistema planetario alrededor de TRAPPIST-1, a 40 años luz, que tiene características muy similares a nuestro Sistema Solar.

Además del problema que rodea al equipo disponible, la intensidad del láser podría dañar la visión de un humano que lo mira directamente. Los sensores satelitales, si se golpean, también podrían dañarse. Por lo tanto, James sugiere que el equipo se construya en el lado oscuro de la luna, minimizando los riesgos asociados con el proyecto.

Las consecuencias de hacer tal contacto son impredecibles, pero Carl Sagan describió un ejemplo de lo que podría suceder en su libro "Contacto". En él, utilizando la misma idea de una baliza, pero sin querer, los extraterrestres detectan las primeras ondas de televisión emitidas por los humanos y responden con información codificada detectada por las antenas SETI.

El tema es interesante porque abre varias posibilidades que no consideramos en nuestra vida diaria. ¿Seríamos bienvenidos o acosados ​​por otras civilizaciones? Dados los procesos de colonización que han tenido lugar entre los pueblos aquí en la Tierra, las posibilidades son infinitas. Sin embargo, antes de enviar señales, es mejor saber muy bien qué hacer con una posible relación, ya que el contacto puede volverse real.

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