Ecogastronomía: alimentación saludable y consciente

Ser sostenible está de moda, ¿no? Ser ambientalmente consciente y cuidar el planeta y sus recursos naturales es un discurso que ha sido parte de las áreas más diversas de la sociedad. La sostenibilidad ha abierto los ojos de las personas y las empresas para cambiar los hábitos nocivos en el planeta y para desarrollar y compartir buenas ideas que nos ayuden a crecer junto con el mundo.

Desde que este tema comenzó a ganar importancia, hemos visto proyectos de casas, muebles, ropa y cosméticos que llegaron a tener el sello de sostenibilidad. ¿Pero en algún momento pensaste que nuestra dieta también podría tener en cuenta estos conceptos para mejorar nuestra salud y preservar el planeta?

En medio de esta confusión de información, ha habido un movimiento que valora la búsqueda de una alimentación saludable, con la creencia de que a través de los cambios en los hábitos alimenticios es posible vivir de manera más saludable y aún así ayudar al planeta.

Comida lenta

Planificar una dieta equilibrada y mantenerla diariamente es un privilegio de unos pocos. En el apuro diario, es muy fácil comer calorías, grasas y alimentos poco saludables. En estos momentos, la famosa comida rápida termina siendo la alternativa más práctica. Pero sabemos que los alimentos que venden las principales cadenas de restaurantes de todo el mundo no garantizan una nutrición adecuada con hábitos saludables.


Contra esta cultura moderna de comida rápida, donde todo el proceso, desde el cultivo de vegetales hasta el cultivo de animales y la preparación de platos, se lleva a cabo en un tiempo récord gracias al uso de hormonas y pesticidas dañinos para la salud humana y el medio ambiente. medio ambiente: hay una nueva corriente que quiere apreciar el suceso natural de las cosas: la comida lenta .

El nuevo movimiento tiene como consigna la ecogastronomía y está ganando cada vez más seguidores. ¿Pero has oído hablar de eso? Los ecogastronomos y los entusiastas de la idea abogan por el uso de ingredientes frescos cultivados sin pesticidas para mejorar los sabores de los alimentos locales sin renunciar a factores importantes como la conciencia ambiental, la responsabilidad social, la biodiversidad agrícola y la sostenibilidad. .


La dieta ecogastronómica.

Hay tres adjetivos que simplemente definen el ideal de un alimento que cumple con los principios de la ecogastronomía: bueno, limpio y justo.

Bueno significa fresco, sabroso, estacional y capaz de estimular los sentidos. Los entusiastas de la comida lenta creen que la búsqueda del placer debe combinarse con nuestra dieta. Por lo tanto, todo lo que consumimos debe tener calidad, buen origen y permitir la reunión con el placer de una buena cocina.

Limpie los puntos directamente a los medios para producir carne, frutas, verduras y derivados. El cultivo y la cría deben respetar la naturaleza, preservar el ecosistema y el medio ambiente. Es crucial que el proceso no dañe la salud de la tierra o la del hombre.

Justo es el adjetivo que se ocupará de las relaciones comerciales. Los términos y el pago deberían ser beneficiosos para todos los involucrados en el proceso. Los productores, comerciantes y consumidores deben cumplir con la justicia social.

Estos tres principios también resumen otras características importantes para la ecogastronomía: la mejora y recuperación de la cocina regional, el interés personal en la comida en sí, la preservación de especies de plantas y animales en peligro de extinción y el impacto que los cambios en los hábitos alimenticios pueden tener en el medio ambiente. mundo


Bien por ti, bien por el planeta

Además de ser una alternativa equilibrada y ecológica, la ecogastronomía también proporciona una pérdida de peso saludable.

Básicamente, una dieta que siga los principios de la ecogastronomía debe basarse en el consumo de alimentos frescos y preferiblemente de origen orgánico. Dicha dieta es rica en color y textura y puede explorar sabores locales y de temporada para crear platos sabrosos.

Al elegir este tipo de dieta, es natural que el consumo de grasas, azúcares y sales disminuya considerablemente, lo que permite que la pérdida de peso ocurra de forma natural y totalmente equilibrada.


Pasos simples para comer conscientemente

La ecogastronomía no pretende ser una revolución importante en la dieta de cada uno de nosotros. Solo propone un proceso de conciencia y una nueva mirada a la relación que tenemos con nuestra dieta.

Por esta razón, es bastante simple adherirse a una dieta consciente. Ya hay restaurantes y tiendas que se especializan en proporcionar productos que cumplen con los principios de este tipo de alimentos. Sin embargo, puede consultar algunos consejos prácticos para hacer en casa y disfrutar de los beneficios de la ecogastronomía:

  • Cultiva algunas plantas pequeñas en casa. Las especias son ideales para aquellos con espacio limitado, ya que se pueden colocar en cuencos pequeños. Si tienes un huerto, puedes cultivar vegetales pequeños. Al tener plantas frescas y libres de pesticidas en su propio patio trasero, su dieta puede ser aún más diversa y sabrosa;

  • La carne, las frutas, las verduras y los productos orgánicos se cultivan de manera más saludable, lo que no requiere el uso de pesticidas, fertilizantes y pesticidas, además de preservar el medio ambiente. Siempre que sea posible, dé preferencia a estos alimentos;
  • Cada temporada revela una gran variedad de alimentos diferentes. Otro factor que influye en la variedad es la región en la que vivimos. Aproveche estos dos factores para incluir en su dieta frutas y verduras producidas en su área. Al comprar estos productos, ayuda a preservar la cultura local y aún gasta menos porque a menudo son más baratos;
  • La ganadería es uno de los procesos más colaborativos para el efecto invernadero. Una dieta basada en vegetales, frutas, granos y cereales es más saludable para usted y para el planeta. Cuando desee consumir algún tipo de carne, asegúrese de buscar las versiones orgánicas de los productos;
  • Prefiere alimentos frescos, que son mucho más saludables que los alimentos procesados. Además, el proceso de industrialización encarece el producto. Aún debemos tener en cuenta la cantidad de conservantes y otros productos químicos añadidos a los alimentos para que duren más. Recuerde también que las fábricas consumen grandes cantidades de energía y generan mucho más desperdicio durante la industrialización;

  • Siempre que sea posible, programe su menú semanal. Con una planificación anticipada y una lista de compras, puede encontrar versiones frescas y saludables de todos los ingredientes que necesita mientras evita el desperdicio de alimentos;
  • Pruébalo en la cocina. Haga combinaciones inusuales y busque placer en la comida, desde la preparación hasta la degustación. Diviértete mientras preparas la comida y prueba sabores únicos creados por ti.