Esta pareja de cigüeñas demuestra que el amor puede superar cualquier barrera.

Podemos pensar que el mundo está perdido, pero historias como esta siempre nos muestran que esto no es así. Los animales tienen mucho que enseñarnos, y esta pareja de cigüeñas demuestra que el amor puede ser mucho mayor que la distancia.

Todo comenzó hace 20 años cuando el croata Stjepan Vokic encontró una cigüeña herida por cazadores. Decidió darle una segunda oportunidad: la llamó Malena, se ocupó de sus heridas y la cuidó hasta que se recuperó por completo. Lo que no había imaginado era que ella encontraría un par, llamado Kepleton, y que su amor florecería justo en su techo.

Inicialmente, sintió que la relación no duraría, ya que las lesiones le impedían volar como antes, por lo que no podía migrar con su nuevo novio. Pero eso no fue un obstáculo. Cada año, Kepleton deja a Malena al cuidado de Vokic, migra a Sudáfrica y regresa a su amada cuando comienza la primavera.

Vea a continuación las fotos de esta hermosa historia de amor:

Por 16º año consecutivo, Kepleton vuelve a redescubrir a su amada Malena, incapaz de volar largas distancias.

Stjepan Vokic fue responsable de cuidar a Malena después de que los cazadores la hirieron gravemente

Stjepan la cuidó bien

La historia de amor de las dos cigüeñas ahora tiene lugar en su techo.

Sin ella poder volar, las posibilidades de una relación duradera parecían haber terminado

Pero incluso con todas las posibilidades, el amor entre los animales fue más fuerte.

A finales del verano, Kepleton migra a Sudáfrica y deja a su compañero al cuidado del ser humano.

Pero nunca falla y siempre regresa a principios de la primavera.

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