Este mexicano rescató a más de 600 iguanas en 40 años.

Desafortunadamente, varias especies de iguanas están en peligro en el continente americano. Entre las razones de su población en disminución se encuentran la destrucción sistemática de su hábitat natural, su caza con fines culinarios y su venta ilegal como mascota. Pero gracias a personas como Ramon Archundia, sus posibilidades de supervivencia han aumentado.

Todo comenzó hace 40 años cuando Archundia rescató a dos animales que estaban siendo maltratados y los llevó a un pequeño vivero ubicado en un pantano. Después de eso, él y su padre, Juan, continuaron trayendo otros especímenes abandonados, dando a conocer la expresión "iguanario" en toda la ciudad de Manzanillo, a unos 800 km de la Ciudad de México.

El tiempo pasó, y con ello aumentó la popularidad de la iniciativa de Archundia, así como la estructura física para que pudiera continuar su importante trabajo de preservar la vida animal. Hoy, el santuario que dirige alberga más de 640 animales, entre ellos iguanas, mapaches, tortugas y tejones.

Pero cuidar a tantos animales no es una tarea fácil: todos los días comen toneladas de alimentos, lo que lleva a los mexicanos a buscar en los mercados y ferias de la región en busca de frutas y verduras. También recibe contribuciones de numerosos contribuyentes, ya sea en forma de dinero o alimentos.

Además del arduo viaje para asegurar la alimentación de los animales, el activista aún tenía que correr el riesgo de cerrar el santuario. Esto se produjo después de que el organismo mexicano responsable de la protección del medio ambiente, PROFEPA, cuestionara la legalidad de la organización mantenida por Archundia.

Afortunadamente, la movilización de defensores y entidades de los animales ha llevado a la agencia de protección ambiental de México, que siempre ha querido ignorar la existencia de la institución, a dar marcha atrás a su decisión y permitir más tiempo para su regularización.

Como has visto, algunas personas realmente están predestinadas a cuidar a otras, incluso si son verdosas y tienen una piel áspera y una apariencia prehistórica. Entonces, si alguna vez visita Manzanillo, México, asegúrese de pasar por la increíble Archundia Iguana. No cuesta nada.