¡Este pobre cachorrito nació con las patas delanteras hacia arriba!

¿Viste la imagen de arriba del cachorro con sus patas delanteras enyesadas? Según Mary Jo DiLonardo de Mother Nature Network, su nombre es Milo y tuvo que ser inmovilizado después de someterse a una cirugía para corregir un defecto de nacimiento raro. De hecho, esta ternura fue abandonada a fines del año pasado porque nació con sus patas delanteras hacia arriba, lo que dificultó su locomoción. C, ¿verdad? Ver otra foto:

(Reproducción / Mother Nature Network / Oliver and Friends Farm Rescue and Sanctuary)

Según Mary, quien adoptó a la mascota era el personal de un santuario de animales en Oklahoma, llamado Oliver and Friends Farm Rescue and Sanctuary. Tan pronto como Milo llegó a la escena, los funcionarios comenzaron a moverse para ver qué podían hacer para ayudarlo.

Pequeño guerrero

Después de un examen, los expertos del Centro de Ciencias y Salud Veterinaria de la Universidad Estatal de Oklahoma descubrieron que Milo nació con ambos "codos" dislocados, una condición que obligó a sus dos patas a mirar hacia arriba. Como resultado, el cachorro, además de no poder levantar el pecho del suelo, terminó soportando su peso en las articulaciones de los "puños", y la presión en la región ya había comenzado a provocar úlceras de decúbito. El siguiente video muestra a Milo antes del procedimiento:

El cachorro se sometió a una cirugía correctiva en la que los veterinarios reposicionaron sus patas y colocaron una porción de alfileres para mantener todo en su lugar, ¡por eso parece que todo está enyesado en las fotos, pobrecito! Los cuidadores dijeron que los primeros días no fueron fáciles para Milo, ya que además del dolor, el perro no entendió la razón por la que no podía moverse. Pero en la segunda semana, el estado de ánimo volvió a la normalidad y al pequeño animal ni siquiera le importaron las vendas.

(Reproducción / Mother Nature Network / Oliver and Friends Farm Rescue and Sanctuary)

Milo se sometió a una cirugía para extraer los alfileres, y después de retirar el yeso, deberá usar vendajes y comenzar la fisioterapia, cuyo trabajo debe continuar durante varios meses para garantizar que tenga una vida lo más cercana posible a la normalidad.

Y debes estar pensando en el costo de todo esto, ¿verdad? Sí, querido lector, aunque el santuario tiene un veterinario y Milo recibió tratamiento en la universidad, la factura no fue barata, pero los cuidadores recibieron muchas donaciones e incluso ayuda en efectivo de personas de varios países, afortunadamente. Aprovechando, mira el progreso de la mascota: