Estudio muestra que los tratados globales ayudaron a recuperar la capa de ozono

Un estudio publicado por la revista Science muestra que 30 años después de su descubrimiento, el agujero en la capa de ozono finalmente se está recuperando. Gran parte de esto se debe al establecimiento de tratados globales que determinaron la reducción (o fin) del uso de productos químicos nocivos para el medio ambiente.

Sin embargo, los científicos involucrados en el proyecto dicen que no están completamente seguros de por qué el agujero se está "curando". El estudio utiliza datos generados a partir de globos y satélites que midieron el área ocupada por la capa de ozono entre 2000 y 2015.

Desde el comienzo de la observación, el agujero se ha reducido en unos 4 millones de kilómetros cuadrados, un área similar a la mitad de los Estados Unidos continentales. Utilizando análisis informáticos que tienen en cuenta los cambios en el viento y la temperatura en el planeta, los autores del estudio afirman que la mitad de esta reducción puede atribuirse a una disminución en el uso de gases como el cloro y el bromo.

La capa de ozono ayuda a proteger contra los rayos ultravioleta

A partir de 1987 con el Pacto de Montreal, varios gobiernos de todo el mundo decidieron eliminar el uso de productos químicos conocidos como clorofluorocarbonos (CFC), que luego se utilizaron en aerosoles para el cabello, aerosoles y refrigeradores. Estos elementos fueron responsables de acelerar la destrucción de la capa de ozono, que filtra los rayos ultravioleta del sol que causan daños a los humanos y al medio ambiente.

Una sola molécula de CFC puede permanecer en la atmósfera durante 20 a 100 años y puede destruir 100, 000 moléculas de ozono. Estudios anteriores han demostrado que ha habido una desaceleración en la destrucción de la capa protectora desde el Pacto de Montreal y que comenzó a recuperarse en 2014, a pesar de que el agujero antártico alcanzó un tamaño récord en 2015.

"Estamos comenzando a ver signos claros de que las acciones que la sociedad ha tomado para eliminar los clorofluocarbonos están teniendo el efecto deseado", dice Susan Solomon, profesora de Química Atmosférica y Ciencia del Clima en el MIT y autora principal del estudio. "Este es un problema global y tenemos que ponernos en un buen camino para resolverlo".

Via TecMundo.