Estados Unidos lanza plan de acción para proteger la Tierra de los asteroides

Estamos expuestos diariamente a amenazas naturales. Algunos pueden predecirse el tiempo suficiente para que se tomen medidas, pero en otros casos, como un terremoto, se vuelve inviable.

No importa con qué frecuencia miremos al espacio, los meteoritos son un peligro real, pero no siempre predecibles. Como ejemplo, tenemos el meteorito que cayó en Rusia en 2013, dejando más de 500 personas heridas.

Intentando reducir la posibilidad de daños causados ​​por objetos del espacio, la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, junto con la NASA y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), todas las instituciones estadounidenses, emitieron un informe sobre 20 de junio. Describe los pasos que se tomarán en los próximos 10 años para minimizar los efectos de tal evento.

Las soluciones fueron discutidas entre varios expertos en el campo, incluido Leviticus Lewis, jefe de la Coordinación Nacional de Respuesta. Según él, “un impacto de asteroide es uno de los posibles escenarios para los cuales debemos estar preparados. El shock es un evento que tiene poca probabilidad, pero muchas consecuencias, y debe existir alguna preparación para ello ”.

En el documento se detallaron cinco objetivos principales, pero ninguno de ellos considera a los astronautas involucrados en las misiones. Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la NASA, explica que “esto es algo que solo existe en las películas. La situación crea una buena película, pero no vemos ninguna técnica en la que los astronautas participen en nuestros estudios. Todas las posibles soluciones de desviación de asteroides se harían a través de naves espaciales robóticas ".

Preparación ante amenazas

El primer objetivo es mejorar las formas de detectar, rastrear y caracterizar los asteroides cerca de la Tierra, para aumentar la certeza sobre posibles amenazas. La NASA ya ayuda a varios observatorios terrestres que monitorean asteroides, pero con el nuevo programa, la agencia tiene la intención de expandir sus operaciones.

El segundo objetivo del documento es mejorar el modelado, el pronóstico y la integración de la información entre las agencias de EE. UU. Para que las amenazas potenciales puedan predecirse más fácilmente y el punto de impacto determinado de antemano. Esto ayudaría a movilizar equipos de emergencia e incluso posiblemente evacuar el sitio.

Las formas de desviar una amenaza mientras aún estaba en el espacio se detallaron en el tercer objetivo. Este punto implica el desarrollo de nuevas tecnologías para un lanzamiento rápido de un vehículo que tiene la capacidad de alterar la ruta de un asteroide a la Tierra. La NASA ya tiene un proyecto en marcha para este propósito, llamado "Prueba de redireccionamiento doble de asteroides", cuyo lanzamiento está programado para 2021.

Además de que el programa espacial de EE. UU. Está bien desarrollado, no son los únicos en el mundo que corren el riesgo de tener un asteroide en su territorio. Por lo tanto, el cuarto objetivo del documento es aumentar la cooperación internacional para que todo el planeta pueda ayudar en la detección y estar preparado en caso de un impacto. Las Naciones Unidas están involucradas en este proceso con la creación de la Red Internacional de Alerta de Asteroides, donde un grupo de astrónomos comparte datos que pueden ser útiles.

El último objetivo enumerado es el más apocalíptico porque hace un llamado al gobierno de los EE. UU. Para que elabore un plan de acción en caso de que un gran asteroide se acerque a la Tierra, o si uno pequeño choca con nuestro planeta sin previo aviso. Desde 2010 ya existen procedimientos para situaciones como esta desarrollados por la NASA y FEMA, pero la idea es fortalecer y entrenar rutinariamente acciones para una posible emergencia.

Peligro del cielo

El evento Tunguska fue la mayor caída registrada de un cuerpo celestial. Sucedió el 30 de junio de 1908, cuando un asteroide de unos 30 metros de diámetro colapsó en Siberia, devastando una gran área forestal.

Si algo similar cayera en una ciudad grande, como Nueva York, el daño sería inmenso. En la imagen a continuación, se representó la misma área afectada por el asteroide de 1908, pero en la región de la metrópoli.

El plan es completamente preventivo, ya que el 95% de los asteroides lo suficientemente grandes como para causar daños importantes ya han sido identificados, ninguno de los cuales ha sido una amenaza potencial para los próximos 100 años. Aun así, existen riesgos, y este documento tiene como objetivo evitar que ocurra lo peor algún día.

***

¿Conoces el boletín Mega Curioso? ¡Semanalmente, producimos contenido exclusivo para los amantes de las mayores curiosidades y extraños de este gran mundo! ¡Registre su correo electrónico y no se pierda esta manera de mantenerse en contacto!