¿Realmente tenemos canas cuando estamos estresados?

Es posible que haya escuchado que el estrés nos pone canosos, y teniendo en cuenta que el estrés realmente afecta nuestra salud y nuestro cuerpo en general, no es de extrañar que esta información tenga antecedentes reales, derecho?

Mental Floss tomó este asunto en profundidad y fue a hablar con un experto. Primero, sin embargo, necesitamos entender mejor la estructura del cabello: piense en el cuero cabelludo como una fábrica de peluquería, y ese cabello no es más que pequeñas hileras de células muertas. Como estás vivo, tus folículos capilares son presionados por el crecimiento del cabello en un proceso continuo.

Este proceso implica dar pigmentación del cabello, y las células responsables de esto se llaman melanocitos: en una persona joven y sana, estas células liberan colores en tonos de rubio, marrón, negro y rojo normalmente. Un problema que puede ocurrir con el funcionamiento de los melanocitos es el "estrés oxidativo", pero la palabra "estrés" aquí significa tensión celular, no emocional.

Desgaste celular

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Después de los 30 años, estas células muestran signos de desgaste, y la oxidación de los cables es cada vez más común. Con el tiempo, los folículos capilares acumulan compuestos oxidantes como el peróxido de hidrógeno, y los melanocitos se debilitan y mueren.

Con menos pigmento que se distribuye en los mechones, terminan sin color; otros defectos también afectan la textura del cabello que, una vez canoso, se vuelve más grueso o más delgado.

Según la dermatóloga Miri Seiberg, el estrés emocional puede interferir con la salud de nuestro cabello, pero no de la manera que siempre imaginamos. Ella explica que, en lugar de cambiar de color, el estrés emocional facilita la pérdida de cabello, no el envejecimiento.

Veredicto

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Aún así, existe una relación entre el estrés emocional y el estrés oxidativo, después de todo se sabe, por ejemplo, que cuando estamos bajo mucha presión emocional, el estrés oxidativo se vuelve más intenso.

Según Seiberg, algunas investigaciones ya han demostrado la relación entre el aumento del estrés emocional y la apariencia del cabello blanco, pero no hay necesidad de entrar en pánico: no nos ponemos grises tan fácilmente; la existencia de la relación entre los dos factores no significa que Con cada pelea obtenemos un nuevo hilo gris o blanco.

De hecho, estos estudios han evaluado casos muy extremos de estrés emocional, como los condenados a muerte. Además, Seiberg dice que otras afecciones médicas y hábitos de estilo de vida pueden provocar más canas, incluido el tabaquismo, la desnutrición y la exposición a largo plazo a la contaminación del aire.

* Publicado el 26/08/2016