La Inteligencia Artificial descubre un componente apto para la malaria

La malaria causa aproximadamente medio millón de muertes al año, y aproximadamente la mitad de la población mundial está en riesgo de contraerla. La enfermedad es causada por el parásito Plasmodium y se transmite por la picadura del mosquito infectado. El gran problema es que este cuerpo se está volviendo cada vez más resistente a las drogas que lo combaten.

Por lo tanto, el riesgo de que esta afección empeore se ha vuelto mucho mayor si no se desarrollan nuevos medicamentos. Pero parece que ya hay signos de una luz al final del túnel.

Un estudio publicado recientemente en Scientific Reports encontró que la solución puede estar en un componente químico, comúnmente encontrado en productos como jabón, pasta de dientes, ropa e incluso muebles.

Para esto, los científicos involucrados en el proceso contaron con la ayuda del robot Eve, construido sobre Inteligencia Artificial. Se usó para poder localizar una serie de compuestos aprobados por la FDA (Food Administration Drugs), el organismo que regula el uso de sustancias en alimentos y medicamentos, que podrían inhibir la enzima responsable del desarrollo del parásito.

Durante la actividad, Eve detectó que el triclosán sería perfecto para lograr el objetivo esperado. El compuesto fue capaz de inhibir la enzima en dos especies de parásitos causantes de enfermedades, incluidas las variantes que habían desarrollado resistencia durante el tratamiento de la enfermedad.

Por lo tanto, los expertos probaron la acción del triclosán de varias maneras para que se pueda demostrar que es efectivo. El trabajo también se combinó con otras pruebas, que encontraron su capacidad para combatir otros tipos de enzimas presentes en estos parásitos. Por lo tanto, la conclusión fue que la sustancia puede usarse con diferentes funciones terapéuticas.

Durante algunas décadas, la FDA prohibió el uso de triclosán en la producción de jabón, ya que había evidencia de que podría afectar el sistema hormonal y sobrevivir durante largos períodos en un entorno. Otra prohibición similar tuvo lugar recientemente durante 2016 y 2017, mientras que más de 200 investigadores y profesionales médicos firmaron una declaración para una mayor regulación de la sustancia en todo el mundo.

Según uno de los investigadores del estudio, Elizabeth Bilsland, la ayuda del robot Eve y los hallazgos encontrados fueron esenciales para la creación de nuevos medicamentos para el tratamiento de la malaria.

Además, afirma que la sustancia es completamente segura y perfectamente capaz de bloquear las etapas de evolución del parásito. Por lo tanto, la posibilidad de resistencia se reduciría considerablemente.

Para 2015, Eve también había localizado un componente de malaria que aceleró el proceso de diseño de un nuevo medicamento. Uno de los creadores del robot, Ross King, profesor de la Universidad de Manchester, señala que este tipo de IA es esencial para automatizar el trabajo de los académicos, ofreciendo un enfoque más inteligente de los procesos científicos. Por lo tanto, este tipo de tecnología puede considerarse importante para el descubrimiento de otros remedios, que ofrecen grandes recompensas para la humanidad.

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