Parque Jurásico de las Aves: plumas de dinosaurio preservadas en ámbar

¿Recuerdas en el Parque Jurásico de 1993, la historia comienza con un mosquito preservado de la prehistoria? Algo así realmente sucedió, pero las plumas de dinosaurio están prácticamente intactas y encerradas en ámbar. ¡Los científicos creen que tienen 100 millones de años!

Esta semana, un estudio publicado en la revista Nature Communications trajo detalles de este increíble descubrimiento. Las plumas tienen estructuras muy similares a las de las aves modernas, tanto en color como en forma. Fueron encontrados al norte de Myanmar, Asia, y deben haber pertenecido a algún tipo de enatiornithes, que significa "pájaros opuestos", ya que los huesos de sus patas son diferentes de los pájaros de hoy.

Los exámenes de rayos X muestran que las alas fosilizadas contienen restos de piel, músculos y garras, así como varias capas de plumas, que están dispuestas de manera similar a las aves de hoy. Y aunque el color de las plumas se ha vuelto casi negro dentro del ámbar, el análisis microscópico muestra tonos de marrón, gris, rojo, blanco y plateado.

Iberomesornis es una de las especies conocidas de enatiornithes.

Mercado de joyas

Para darle a la historia un tono poético, la más pequeña de las dos muestras se llama "Ángel" porque fue descubierta en una joyería de Myanmar con el apodo de "Alas de ángel". Esto no es infrecuente, ya que se estima que el 30% del mercado de ámbar del país contiene algún tipo de fósil en su interior, tanto animal como vegetal.

Además, es difícil controlar la extracción de ámbar de las minas clandestinas, por lo que descubrimientos fascinantes como estas alas prehistóricas terminan en mercados informales. La noticia arroja nueva luz sobre la teoría de los paleontólogos de que algunas especies de dinosaurios en realidad tenían plumas: hasta el día de hoy, gran parte de la evidencia es bastante limitada sobre este tema.

Las plumas parecían oscurecidas dentro del ámbar.

“El mayor problema que enfrentamos con las plumas de ámbar es que generalmente tenemos pequeños fragmentos o plumas aisladas y nunca estamos seguros de cómo llegaron allí. Las nuevas muestras, por otro lado, presentan huesos, plumas y tejidos blandos, lo que permite a los paleontólogos ver cuán similares son las alas de las aves prehistóricas a las de los especímenes modernos ", explicó Ryan McKellar, coautor del estudio.

Es bueno ser claro, sin embargo, que es extremadamente difícil para el ámbar preservar el ADN de animales dolorosos. Así que aún no es hora de soñar con un verdadero Parque Jurásico, pero para los amantes de los dinosaurios, ya es una forma de imaginar que las criaturas emplumadas han existido durante miles de siglos.

La probabilidad de extraer muestras de ADN es casi nula