Karánsebes: la batalla de un ejército, uno de los más ridículos de la historia

La fecha era el 17 de septiembre de 1788 y la batalla de Karánsebes acababa de comenzar, donde hoy es la actual Rumania. En ese momento, Austria, aliada con el zar, y Turquía estaban en conflicto por el Danubio. El ejército austríaco, la estrella de toda esta confusión, estaba compuesto por nada menos que polacos, checos, alemanes, franceses, serbios, croatas y, finalmente, los propios austriacos. Comunicarse en ese ejército fue tan desafiante como comprender la película Donnie Darko.

Momentos antes de que ocurra la desgracia

El conflicto había estado ocurriendo durante cinco meses, pero ningún soldado austríaco se había encontrado con un enemigo y, sin embargo, todos estaban exhaustos. Sin mencionar que un gran contingente de hombres fue abatido por la malaria. Sin embargo, las últimas noticias dicen que los enemigos otomanos estaban en camino.

Todo comenzó cuando la caballería austríaca, en una patrulla nocturna al otro lado del río, vio a una banda de gitanos vendiendo ron. Ante la oportunidad de relajarse en la víspera de otra batalla, algunos oficiales compraron la bebida. Después de un tiempo, un grupo de infantería encontró la embriaguez y quiso participar. Pero, por supuesto, los oficiales no compartirían el ron con pies peludos. La discusión se puso cada vez más caliente.


La cuenca: disparo en una "pelea de bar"

La discusión se convirtió en una pelea seria, con el derecho a cagar y un disparo (exactamente disparó, golpeó y bombardeó; esto último estaba por suceder). A partir de ahí fue solo cuesta abajo. Alguien escuchó el choque y, al equivocarse, comenzó a anunciar que los turcos habían llegado. Fue literalmente el grito de la derrota.

Los gitanos y la infantería se retiraron hacia el campamento. En medio de toda esta confusión, el ejército austríaco creía que estaba bajo ataque turco y recibió sus propios aliados de bala. Algunos soldados novatos, aterrorizados por la situación, estaban huyendo. Los oficiales alemanes trataron de detener el acto gritando "¡Alto!" ("¡Alto!"). Los novicios, siendo laicos en alemán, terminaron confundiéndolo con "¡Alá!", Entendieron como una referencia a los turcos islámicos que gritaban por su Dios.


Resultados de una estúpida tragedia

El caos acaba de establecerse, y los soldados desesperados comenzaron a disparar en un escenario mucho peor que un combate de Battlefield. Poco después, un comandante austríaco, ante el presunto ataque turco, ordenó un ataque de artillería, ¡sí, contra su propio ejército!

El daño fue enorme: más de diez mil hombres murieron o resultaron heridos. Dos días después, llegaron los turcos y se toparon con la escena de un ejército que causó su propia derrota. Sin duda estaban muy felices de tomar la ciudad de Karánsebes sin ninguna dificultad.


Si lo pensamos bien, el conflicto terminó en empate: al final, los austriacos ni siquiera tuvieron la oportunidad de enfrentar el combate y ser derrotados por el ejército turco. Quizás, desde este punto de vista, los resultados no han sido tan negativos.

Aunque muchos confirman la existencia de este ridículo conflicto en Karánsebes, su veracidad es extremadamente cuestionada. La razón principal es la cantidad de tiempo que se compilaron y publicaron los registros de este episodio icónico. El primer escrito sobre el tema se realizó solo 40 años después, publicado en una revista militar austriaca. Algunos afirman que todo este retraso fue equivalente e incluso motivado por la vergüenza.