Mundo sin conexión: 3 argumentos para repensar la actitud de las redes sociales

Apenas recordamos cómo era la vida sin Internet, pero aún puede recordar cómo funcionaba la vida sin teléfonos inteligentes: estos maravillosos dispositivos que, a partir de accesorios superfluos, se convirtieron en elementos esenciales para casi todo.

Quien no espía la vida de los demás en las redes sociales termina siendo etiquetado como big boob, desconectado y lo que siempre está fuera de todo. Haga clic con el dedo para seguir la actualización del feed, cuántos me gusta Ganó la foto de la balada o sigue las tonterías del grupo de amigos es un transbordador interminable.

Hasta hace unos 15 años, era normal saber lo básico de lo que la gente pensaba sobre temas como política, animales o niños. Hoy en día, lo común es saber qué piensa ese bicho raro que estudió contigo en sexto grado, con quien ni siquiera intercambiaste 10 palabras, sobre el aborto, la reforma de las pensiones o incluso saber que estaba en Rusia viendo la Copa del Mundo. . Con volantes, no?

¿Qué efecto tiene esta y muchas otras inundaciones de información en su vida? ¿Son beneficiosos, educativos o solo fomentan un comportamiento adictivo?

Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su última actualización sobre la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), clasificó la adicción a los videojuegos en la lista de trastornos y trastornos mentales discapacitantes. Sin embargo, los juegos no son los únicos que presentan peligros en nuestra rutina. El punto es que la mayoría de las personas desconocen que existe un ingenio detrás del diseño de tecnologías digitales que facilita el camino hacia la adicción.

Estas son técnicas de persuasión, desafíos y motivación que te conectan. Todo está diseñado para hacerte regresar y repetir las mismas acciones una y otra vez. La gamificación atrae de tal manera que, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación PEW, ¼ de los estadounidenses dicen que están conectados casi permanentemente. La ansiedad, el estrés, el insomnio y la depresión son temas que rodean este tipo de comportamiento, sin grandes sorpresas.

Pero, ¿qué pasa con las personas que no viven esta neura impulsada por actualizaciones? ¿Cuáles son los beneficios reportados por aquellos que opcionalmente permanecen fuera de la fiesta? ¿Qué nos tienen que decir?

Un pequeño estudio realizado por Science Alert siguió a 50 personas que, por su propia elección, no tienen teléfonos celulares ni acceso a las redes sociales, algunas incluso se niegan a enviar correos electrónicos. El objetivo era capturar, de estos raros participantes, ideas y beneficios de estar fuera de línea. Esto es lo que tienen que enseñarnos sobre vivir socialmente sin una conexión a Internet.

1. Ventajas de pasar más tiempo con la gente

Para los participantes, parte del problema sobre los intercambios que ocurren en las plataformas sociales son las pistas que se almacenan como datos para ser utilizados en acciones de marketing por parte de varias compañías.

También señalaron que creen más en las conexiones físicas: tacto, expresiones e intercambios que ocurren en el mismo espacio físico en lugar de una conexión remota, ya que fortalecen el lado humano y valoran los lazos sociales.

Según los encuestados, toda la sociedad puede beneficiarse de una atención más profunda y conexiones menos apresuradas. Para aquellas personas que no usan teléfonos inteligentes o redes sociales, el tiempo que pasan con otras personas se asocia con una sensación de calma y bienestar que da sentido a la vida.

2. Desconectarse no es estar perdiendo o estar fuera del negocio

Hubo una pregunta de los participantes del estudio sobre el significado de "social" en las redes sociales. A pesar del principio de vacío y ansiedad de elegir desconectarse, la sensación de libertad ofrecida por esta ruta fue muy agradable en un segundo momento, según los entrevistados. Prestar más atención a uno mismo y deshacerse de la tarea agotadora y laboriosa de mantener conversaciones superficiales sin propósito fueron puntos que abordaron.

Lo importante es darse cuenta de que no se está perdiendo mucho al mantenerse alejado de las pequeñas conversaciones que se realizan en las redes. Ninguno de los encuestados informó tristeza o sentimientos de exclusión porque no pertenecían a un grupo digital, sino todo lo contrario. Según ellos, prestar atención a las personas que realmente importan es mucho mejor que conseguir 100 amigos virtuales.

3. Ser y estar en oposición a hacer

Vivir aquí y ahora te permite trabajar en tu ansiedad y prepararte para una tarea más estresante que tienes por delante. Ya digitar y desplazarse por las páginas del teléfono no es tan relajante como parece. La luz emitida por la pantalla no solo causa un estado de alerta, sino que la búsqueda constante de información relevante causa estrés.

El estado de atención plena, tan compartido en las redes sociales, se puede resumir en: simplemente poder vivir en el presente y sentir que las sensaciones fluyen por completo en su cuerpo y mente. ¿Cómo lograr este estado de control mental y concentración frente a una pantalla?

El grupo de encuestados no se desconectó para seguir un camino antisocial, sino para controlar cuándo y dónde estarán en conexión con los demás.

Las preguntas y percepciones de los participantes de este estudio están alertas para dar más oportunidades a los estímulos que nos rodean. Su línea de tiempo no es exactamente la que se desplaza en la pantalla de su teléfono móvil, sino su línea de tiempo que se absorbe con una avalancha de tonterías sin importancia.

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