La nanoimpresión 3D crea estructuras biocompatibles, como los vasos sanguíneos.
Los investigadores muestran vasos sanguíneos creados por nanoprinting 3D (Fuente de la imagen: Reproducción / RedOrbit)
Todos los días, la impresión tridimensional te sorprende con la cantidad de cosas increíbles que puedes crear. Además, cualquiera puede acceder a este tipo de tecnología, que también ha llegado al mercado en versiones portátiles, lo que le permite producir juguetes, piezas u objetos aún más complejos en el hogar.
Las posibilidades de creación son tantas que incluso la ciencia ya se ha adherido a los aspectos prácticos que ofrecen las impresoras 3D. Aparentemente, este tipo de técnica, cuando se emplea en el ámbito de la nanotecnología, puede aportar varios beneficios a la salud humana. Prueba de ello está en el estudio del investigador Pinar Zorlutuna de la Universidad de California en San Diego, quien creó una forma de crear estructuras tridimensionales y biocompatibles.
Utilizando hidrogeles como materiales de construcción, el científico pudo crear en cuestión de segundos estructuras que serían perfectas para el estudio y el cultivo de células en el laboratorio, como las células madre.
Además, este trabajo puede garantizar otros beneficios importantes en el trasplante o el injerto en el futuro. En tales casos, la nanoimpresión en 3D podría generar tejidos biológicos y brindar beneficios a miles de personas. Como ejemplo, los médicos podrían "imprimir" una sección artificial igual a una parte dañada de un corazón que tuvo un ataque cardíaco, reemplazando esa parte y haciendo que el paciente tenga un corazón sano nuevamente.
Fuente: Innovación Tecnológica.
Todos los días, la impresión tridimensional te sorprende con la cantidad de cosas increíbles que puedes crear. Además, cualquiera puede acceder a este tipo de tecnología, que también ha llegado al mercado en versiones portátiles, lo que le permite producir juguetes, piezas u objetos aún más complejos en el hogar.
Las posibilidades de creación son tantas que incluso la ciencia ya se ha adherido a los aspectos prácticos que ofrecen las impresoras 3D. Aparentemente, este tipo de técnica, cuando se emplea en el ámbito de la nanotecnología, puede aportar varios beneficios a la salud humana. Prueba de ello está en el estudio del investigador Pinar Zorlutuna de la Universidad de California en San Diego, quien creó una forma de crear estructuras tridimensionales y biocompatibles.
Utilizando hidrogeles como materiales de construcción, el científico pudo crear en cuestión de segundos estructuras que serían perfectas para el estudio y el cultivo de células en el laboratorio, como las células madre.
Además, este trabajo puede garantizar otros beneficios importantes en el trasplante o el injerto en el futuro. En tales casos, la nanoimpresión en 3D podría generar tejidos biológicos y brindar beneficios a miles de personas. Como ejemplo, los médicos podrían "imprimir" una sección artificial igual a una parte dañada de un corazón que tuvo un ataque cardíaco, reemplazando esa parte y haciendo que el paciente tenga un corazón sano nuevamente.
Fuente: Innovación Tecnológica.