Nueva campaña de Avon discute temas de género y causa controvertida

Si eres un niño, no importa la edad que tengas, puedes recordar algunos cumplidos y críticas de tus padres o cuidadores durante este tiempo.

Todo lo que escuchamos cuando nos graduamos como ciudadanos tiene un peso tremendo en la persona en la que nos convertiremos algún día, tanto que no es nada difícil encontrar a una persona mayor que cuente un episodio notable de su infancia.

Al hablar sobre el tema, Avon nos invita a repensar el cumplido y muestra, en la práctica, la diferencia en los adjetivos utilizados para alabar a las niñas y los niños: siempre son aclamados por algún rasgo de belleza, son las princesas, las muñecas Son valientes, valientes y valientes.

¿Está mal llamar valientes a nuestras niñas princesas o niños? ¡Claro que no! La propuesta es precisamente abrir el rango y hacer que las niñas no crezcan con la idea de que siempre deben ser bellas y que los niños no piensan que ser un acosador es todo en la vida.

Repensar el cumplido

Las chicas son inteligentes y también pueden ser valientes, pueden ser valientes y no tener nada de malo en eso. Los niños son guerreros, pero también pueden ser amables cuando sea necesario, de nuevo: eso no tiene nada de malo.

Desafortunadamente, como todavía nos falta mucha interpretación de texto, muchos comentarios sobre la campaña han venido de adultos enojados que dicen que continuarán llamando a sus hijas princesas y a sus hijos guerreros, y que tal campaña realmente solo quiere terminar con el modelo de Familia brasileña.

¡Oh, cómo necesitamos discutir estos temas más y más! Nadie quiere adoctrinar a nadie, ¡no! El problema tiene que ver con proporciones mucho más intensas y significativas: cualquiera que estudie pedagogía mínimamente sabrá que los niños dan un valor extremo a lo que escuchan sobre sí mismos y que, por lo tanto, es esencial elogiarlos.

La idea del video es repensar este cumplido y dejar en claro a las niñas que pueden ser princesas, hadas y muñecas, pero que pueden ser más que eso. Del mismo modo, podemos dejar en claro a los niños que los hombres pueden ser sentimentales, pueden llorar, les gusta la poesía, pueden aprender las tareas del hogar. ¿Cómo puede ser esto malo?

Como siempre hemos escuchado, lo contrario es que muchos adultos de hoy son extraños a esta propuesta de pensar de manera diferente, y eso solo prueba que los elogios realmente tienen fuerza. ¿Qué opinas sobre este tema? Si no está de acuerdo, tenemos un desafío: ¿puede expresar su opinión sin ofender e insultar, elementos siempre abundantes cuando faltan argumentos de calidad?