¿Qué les sucede a los aviones que vuelan demasiado alto?

La simple capacidad de viajar a una gran velocidad relativa, al principio sin obstáculos en el camino, hace que los aviones sean un gran medio de transporte para largas distancias. Si pensamos de manera simplificada, alcanzar una altitud donde la aeronave esté libre de edificios y montañas sería suficiente para un vuelo suave, pero sabemos que suben mucho más alto que eso.

Alto pero no tan alto

Al igual que con cualquier medio de transporte comercial, los procedimientos que hacen que viajar sea más económico sin comprometer la seguridad de los pasajeros siempre son bienvenidos. Esta es la razón principal por la cual los aviones comerciales intentan mantenerse entre 10 y 12 kilómetros sobre el nivel del mar.

Esta elevación hace que la resistencia del aire sea más baja, facilitando el desplazamiento de la aeronave. Y eso puede hacernos pensar que cuanto más alto, mejor, pero desde cierto punto la cantidad de oxígeno es tan baja que los motores no pueden funcionar satisfactoriamente, determinando el llamado techo operativo.

Otra ventaja de volar a gran altura es que si se detecta un problema grave del motor, la distancia disponible para deslizarse a un lugar seguro de aterrizaje es mayor. Además, al permanecer en el rango de 11 kilómetros, la probabilidad de turbulencia es mucho menor, lo que proporciona un vuelo más cómodo para los pasajeros.

Aun así, siempre es recomendable mantener los cinturones de seguridad abrochados, ya que hay grandes corredores de viento en este rango, conocidos como corrientes de chorro, que pueden alcanzar velocidades de hasta 100 kilómetros por hora. El problema es que el radar meteorológico de la aeronave no puede detectar con precisión el fenómeno, por lo que es inevitable cierta inestabilidad repentina.

Vuela vuela, sube

Los vuelos comerciales tienen varias limitaciones, siempre buscando la máxima seguridad para los pasajeros. Los aviones privados, por otro lado, tienen más flexibilidad, algo incluso esperado, pero eso abre mayores posibilidades de accidentes.

Eso es lo que sucedió en 2004, cuando un avión de Pinnacle Airlines se estrelló y se estrelló, matando a toda la tripulación. El avión volaba de un aeropuerto a otro sin pasajeros e inicialmente se suponía que volaba a unos 10 kilómetros de altitud en el camino.

El piloto solicitó autorización y subió a 12.5 kilómetros de altitud, el máximo soportado por la aeronave. Durante el viaje, ambos motores fallaron y la tripulación no realizó los procedimientos de emergencia. El análisis posterior concluyó que el piloto no tenía la habilidad suficiente para resolver el problema del motor, probablemente causado por la altitud.

Los accidentes también pueden ocurrir cuando la "altitud de densidad" es demasiado alta. Esta escala tiene en cuenta la humedad, la temperatura y la presión del lugar donde un avión en particular tiene la intención de despegar o viajar.

Por ejemplo, incluso al nivel del mar en un día muy caluroso y de baja presión, la pista puede no ser lo suficientemente larga como para que una aeronave despegue, incluso si ya ha realizado el procedimiento en un día más favorable. En tales casos, es necesario esperar una mejora o disminuir el peso de la aeronave, lo que puede hacer posible el despegue.

Todos estos factores se tienen en cuenta durante los vuelos comerciales, por lo que puede estar seguro de que su viaje de vacaciones no se verá interrumpido por el hecho de que el avión sube demasiado. En aviones más pequeños, por otro lado, se necesita más cuidado, pero un piloto experimentado y bien capacitado puede determinar las mejores condiciones para un vuelo seguro y cómodo.

***

¿Conoces el boletín Mega Curioso? ¡Semanalmente, producimos contenido exclusivo para los amantes de las mayores curiosidades y extraños de este gran mundo! ¡Registre su correo electrónico y no se pierda esta manera de mantenerse en contacto!