El truco psicológico que te ayudará a dejar de postergar

Dilatar es dejar atrás una tarea que podrías hacer ahora, pero por alguna razón eliges no hacer. ¿Quién nunca ha estado en esta situación? ¿Quién nunca se ha ido a estudiar para esa complicada prueba en la 45ª mitad, aunque sabía que debería haberse dedicado al contenido desde el principio?

Para ayudar a quienes experimentan este tipo de situación y se encuentran atrapados de vez en cuando con altos niveles de frustración, hablemos sobre el efecto Zeigarnik y su creador, la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik.

Fue mientras estaba sentada en un restaurante en Viena que notó que había un patrón en el comportamiento de los camareros. Recordaron las órdenes que estaban en proceso de ser atendidas más que las órdenes recién abiertas o completadas.

¿Y qué?

Con eso en mente, el psicólogo se dispuso a investigar un poco y, con la ayuda de algunos voluntarios, comenzó a distribuirles una serie de tareas, como armar un rompecabezas o una cuerda trenzada.

Algunos de los voluntarios fueron interrumpidos en medio de sus tareas, y después de un tiempo tuvieron que responder preguntas sobre lo que estaban haciendo. Al final, las personas que habían sido interrumpidas fueron las que más recordaban las tareas que estaban haciendo.

Esto ha llevado al psicólogo a la conclusión de que nuestros cerebros se ponen tensos y nos angustian cuando dejamos una tarea incompleta. Es por eso que no podemos olvidarnos de las tareas que no terminamos, y la única forma de poner fin a esta angustia es terminar la tarea.

Dilación

En términos de dilación, el propósito es comenzar la tarea, no importa cuán grande sea. La lógica es que nuestros cerebros realmente se enfadan cuando tenemos un negocio pendiente, y luego martilleamos la idea en nuestras cabezas hasta que podamos resolver lo que falta.

Entonces, al comenzar una tarea que está postergando, tendrá una buena oportunidad de terminarla y terminarla de una vez por todas. Por eso, por ejemplo, algunos programas de televisión dicen lo que aparecerá en el bloque después del descanso. Sabiendo que somos curiosos y que queremos finalizar el razonamiento, los horarios apuestan por estos ganchos para mantenernos conectados.

Si su tarea imposible es, por ejemplo, lavar los platos que se han acumulado durante días en el fregadero, comience con los platos y vasos. Una vez que te des cuenta de que la pila de platos está disminuyendo, querrás llegar al final y terminarás con el desorden. ¡Fe, fuerza, enfoque y efecto Zeigarnik!