Los investigadores proponen gravar los refrescos en un 20% para reducir la obesidad

Si bien los procedimientos quirúrgicos y la educación dietética son las alternativas más comunes para evitar la obesidad, los investigadores británicos están proponiendo una nueva solución al problema que afecta a gran parte de la población en varias partes del mundo.

Según un estudio reciente de las universidades de Oxford y Reading, la adopción de un impuesto del 20% sobre el precio de los refrescos y otras bebidas con alto contenido de azúcar podría reducir considerablemente el número de personas obesas y con sobrepeso. Con esta medida, los investigadores esperan que las personas busquen alternativas más saludables como agua, leche, té y café.

Los impactos del cambio

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Los autores del estudio, que se publicó en el British Medical Journal, fueron los primeros en calcular el impacto que el aumento del precio de estos productos puede tener en la salud de las personas.

Según ellos, la ligera diferencia en el valor podría reducir el número de adultos obesos en Inglaterra en 180, 000, lo que representa una caída del 1.3%, mientras que resulta en una disminución de 285, 000 personas con sobrepeso, que es 0, 9% El estudio también mostró que el grupo más grande que sufriría el impacto serían las personas de 16 a 29 años, que son los principales consumidores de este tipo de producto.

La recaudación de impuestos ascendería a £ 276, 000 por año, que es de aproximadamente 980, 000 reales a la tasa actual. Se pretende utilizar esta cantidad para subsidiar la producción de alimentos saludables como frutas y verduras, o para proporcionar fondos para el sistema nacional de salud del Reino Unido.

"Usar las tarifas de las bebidas ricas en azúcar para bajar el precio de las frutas y verduras es un mecanismo potencial para mejorar la salud de la población futura", dicen los investigadores.

La controversia de las tarifas.

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En otros países, como Hungría, Finlandia, Francia y parte de los Estados Unidos, la adopción de impuestos sobre los refrescos y otras bebidas ricas en azúcar sigue siendo controvertida y suscita debates sobre su necesidad y eficacia reales.

Catherine Collins, una nutricionista del Hospital St. George en Inglaterra, dice que el mayor número de casos de obesidad se observa entre las personas de 45 a 74 años que no son los principales consumidores de este tipo de producto. El experto también señala que nuestras elecciones de alimentos dependen de factores que van mucho más allá del precio.

Tom Sanders, profesor de nutrición en el King's College de Londres, también en Inglaterra, cree que el aumento de los precios no es suficiente para cambiar los hábitos de la población. “El precio de las bebidas azucaradas hoy es tan bajo que cualquier aumento sería tan marginal que no afectaría los ingresos. Puedes comprar tres litros de jugo de naranja por 1 libra en tiendas de descuento ”, agrega.

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Y tú, ¿qué opinas sobre esta controversia? ¿Podría el aumento del precio traer beneficios para la salud de las personas o impediría que los consumidores compren refrescos y otras bebidas que pueden favorecer la obesidad?