La 'píldora de coraje' podría inhibir el miedo y la ansiedad

Si todo va bien, una sola píldora puede combatir el pánico y la ansiedad (Fuente de la imagen: Reproducción / Thinkstock)

El miedo es uno de los sentimientos más comunes de los seres humanos, que constituye un área importante de instinto de supervivencia. Sin embargo, en algunos casos más extremos, puede convertirse en un problema mayor de lo que debería, desarrollando síndromes y trastornos.

Pero todo eso puede estar cerca de cambiar: los científicos de la Universidad de Duke y el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos dicen que han encontrado una manera de calmar a los ratones temerosos a través de una droga que altera el cerebro.

Para los humanos, los investigadores dicen que dicha investigación es un avance en la comprensión del circuito cerebral del miedo, algo que en el futuro podría usarse en particular para tratar a las personas con trastornos de ansiedad, incluidos aquellos que sufren de trastorno de estrés postraumático. (TEPT).

La base del estudio.

La piedra angular de la posible "píldora del coraje" es la hidrolasa de ácidos grasos, una enzima que descompone en nuestro cerebro una sustancia química natural llamada endocannabinoide.

Esta sustancia deteriorada por enzimas proporciona una sensación similar a la de una olla en el proceso de disminución de la ansiedad. Por lo tanto, la base para el estudio es la sugerencia de que bloquear la hidrolasa de ácidos grasos disminuiría el miedo y la ansiedad, ya que el bloqueo aumentaría los niveles de endocannabinoides.

Las pruebas realizadas

Para evaluar esta teoría, un equipo dirigido por el investigador Andrew Holmes usó un medicamento que bloquea la actividad enzimática en ratones, que estaban condicionados a temer los golpes en los pies. La capacidad de los ratones para superar las malas experiencias fue determinada por la droga que permitió superar el miedo más rápidamente debido a los niveles más altos de endocannabinoides cerebrales.

Los científicos ahora están trabajando para traducir los resultados obtenidos con ratones en neurobiología humana y, en consecuencia, en el comportamiento humano, creando una posible nueva terapia para los trastornos relacionados con el miedo.

Fuente: EurekAlert y io9