¿Qué es peor: pie de verano o pie de invierno?

Verano, clima caluroso, sudor, zapatos planos y zapatillas todo el día. Con las altas temperaturas y los pies expuestos a la suciedad y el sudor, sería más lógico suponer que el mal olor en los pies aumenta con todos estos elementos en juego.

Para nuestra sorpresa, sin embargo, es en invierno, en el confinamiento de calcetines y zapatos, que el olor del pie se intensifica. Los zapatos cerrados y los calcetines gruesos no permiten que se libere el sudor, y ese es un plato lleno de bacterias.

No es el sudor el que tiene la culpa del mal olor, ya que en su composición hay esencialmente agua y sales minerales. Lo que realmente apesta a los pies es la bacteria que se encuentra en la piel, que se alimenta tanto del sudor como de los restos de piel muerta como resultado de la renovación constante de nuestra piel.

Cuando se alimentan, las bacterias producen gases, incluido el ácido isovalérico, que es responsable del olor característico del queso que sentimos cuando alguien, sin saberlo, se quita los zapatos.

Elige bien los materiales

Dependiendo del tipo de zapato y calcetín que use, puede estar contribuyendo a que el hedor se intensifique. Se sabe que los materiales orgánicos, como el algodón, al absorber el sudor, promueven el intercambio de aire, permitiendo que la piel respire sin que las bacterias proliferen tan libremente.

Las telas sintéticas, como el nylon y el poliéster, no absorben la humedad y hacen que el sudor se atasque, literalmente sofocándose dentro de las fibras de la tela, haciendo que todo se agriete a su alrededor.

Los zapatos hechos de plástico, especialmente los cerrados, como las botas de agua, también son un plato para las bacterias en servicio.

Para intentar tener un olor a flores en los pies y suavizar el olor, además de elegir los materiales, es importante mantener los pies limpios y evitar la sudoración excesiva.

¿Que hacer?

Al final, lo que funciona para la axila también puede ser efectivo para los pies: solo mantenga un tubo desodorante enrollable separado en el armario y frótelo siempre en los pies antes de ponerse los zapatos.

Puede usar talco y fórmulas antitranspirantes como la leche de magnesia, un desodorante natural que, además de absorber la humedad y neutralizar los olores, puede ayudar a reponer algo de magnesio, un micronutriente que es muy importante para nuestra salud.

Sin embargo, es necesario tener discreción para elegir lo que sucede en el cuerpo. Muchos desodorantes y antitranspirantes (o antitranspirantes) contienen aluminio en su formulación, y estos componentes, incluso en uso tópico, pueden tener efectos tóxicos en el cuerpo debido al uso continuo. Los antitranspirantes generalmente tienen el efecto de bloquear los poros, la salida de la transpiración, lo que nos hace no sudar.

Si bien se resuelve el problema de la transpiración de las axilas y los pies a corto plazo, esta puede no ser una buena alternativa de salud a largo plazo. Idealmente, busque soluciones menos agresivas y más naturales para suavizar nuestros olores mientras mantiene una salud y conveniencia bien equilibradas.

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