La radiación de un viaje a Marte podría aburrir a los astronautas

En general, cuando se piensa en viajar a Marte, casi nadie recuerda la radiación involucrada en el proceso. Un estudio de ratones publicado por el sitio web de Quartz mostró que la larga exposición a componentes químicos de un supuesto viaje al planeta rojo afectó a las neuronas de los animales, causándoles problemas cognitivos.

En el espacio, hay partículas con altos niveles de energía que se generan a partir de agujeros negros y estrellas. En la Tierra y en las estaciones espaciales cercanas a la superficie del planeta, las personas están protegidas de la radiación gracias al campo magnético. Un astronauta enviado a Marte, un viaje que podría tomar muchos años, estaría expuesto a una radiación sin precedentes.

La prueba de la rata

Preocupada por la situación, la propia NASA se asoció con investigadores de la Universidad de California Irvine y organizó un experimento con ratones para simular el cerebro humano. Durante las pruebas, los animales fueron irradiados con oxígeno e iones de protones usando un acelerador de partículas.

Los especímenes fueron bombardeados con radiación similar a la cantidad que recibirían si estuvieran en una nave espacial sin ningún tipo de escudo durante un largo viaje a Marte. Después de seis semanas de análisis, los conejillos de indias tuvieron problemas para recordar algunos objetos familiares y no mostraron interés en nuevos artículos.

Además, sus neuronas de la corteza prefrontal, que están vinculadas al razonamiento de primer orden, comenzaron a formar menos conexiones. Los síntomas presentados por los conejillos de indias fueron similares a los del Alzheimer humano. En comparación con los ratones que no estuvieron expuestos, el resultado fue aún más alarmante.

La radiación espacial es muy peligrosa porque las partículas de alta energía dejan rastros de daño a las células y tejidos que son muy difíciles de reparar a través del sistema de reparación del cuerpo. Esto se debe a que los componentes ionizados son como balas dentro de balas: una vez que uno de ellos ingresa a la célula, provoca nuevos ataques al liberar municiones más pequeñas.

Un viaje tonto a Marte

Vale la pena señalar que solo seis semanas de exposición no serían suficientes para afectar a un humano, ya que nuestro cerebro es más grande que el de un ratón. Sin embargo, después de unos meses en el espacio, algo necesario en una visita a Marte, uno podría sufrir las mismas consecuencias.

Mantenerse saludable para enfrentar situaciones inesperadas durante una misión espacial puede definir el resultado de un viaje fuera de la Tierra, especialmente a medida que la comunicación con el planeta se vuelve cada vez más escasa a medida que la superficie se distancia.

Via TecMundo