¿Sabías que la grasa puede ser una buena arma para combatir infecciones?

Si vives con una dieta para perder algunas libras o creces felizmente ese stock de grasa, ¿has notado que tu amigo flaco se enferma con mucha más frecuencia que tú? Quizás esto tenga una explicación científica: la grasa puede ayudar a combatir las infecciones.

Por supuesto, no estamos diciendo que la obesidad sea buena. Nada de esto, ya que puede traer serios problemas como diabetes, hipertensión y complicaciones cardiovasculares. Y sabemos que un peso moderado es importante para evitar estas y otras enfermedades, asegurando una vida más sana y pacífica.

Pero esta rara acción beneficiosa de la grasa fue descubierta recientemente por un equipo de investigadores dirigido por Richard Gallo de la Universidad de California en San Diego. Descubrieron que las células grasas pueden estar entre nuestra primera línea de defensa contra los patógenos.

Como todos sabemos, además de las barreras físicas como la piel, nuestra principal protección contra bacterias y virus dañinos es el sistema inmunitario. Esta es una red compleja de células de defensa, como los anticuerpos, que reconocen y destruyen las células y proteínas extrañas.

Sin embargo, aunque muchos microbios se multiplican rápidamente, puede llevar días aumentar la producción de anticuerpos. Pero los expertos han descubierto que las células grasas también juegan un papel defensivo y responden más rápido que muchas partes del sistema inmunitario.

Proceso de investigación

Según la información del artículo de New Scientist, Clare Wilson, el equipo de investigación de la Universidad de California inyectó la bacteria Staphylococcus aureus en ratones.

En unas pocas horas, las células grasas subcutáneas reaccionaron liberando una sustancia llamada catelicidina, que puede alterar las membranas de las células bacterianas, y también se sabe que daña los virus, aunque no está claro exactamente cómo sucede esto.

De hecho, en comparación con estos animales, otro grupo de ratones que habían sido modificados genéticamente para que casi no tuvieran células grasas desarrollaron infecciones mucho peores cuando fueron expuestos a bacterias. Esto sugiere que las células grasas productoras de catelicidina tenían un efecto protector.

¿Pero qué pasa con los efectos en los humanos? Buenas noticias: los investigadores ya han realizado algunas pruebas, ya que el equipo de Gallo también pudo demostrar que las células grasas humanas cultivadas en laboratorio secretan catelicidina. Entonces, reacciones similares también pueden ocurrir en las personas.

Sin embargo, reforzando lo que dijimos anteriormente, más grasa no es igual a más protección. De hecho, las personas obesas tienen una mayor tasa de infecciones de tejidos blandos.

Los investigadores creen que esto puede deberse a que las personas obesas tienen más probabilidades de tener diabetes tipo 2, donde las células grasas son resistentes a la insulina. Esto también puede reducir la producción de catelicidina. Entonces los expertos dicen que un poco de grasa es bueno, pero mucho, no.