¿Sabía que puede dejar un mal hábito en 66 días?

¿Alguna vez has pasado un poco de tu tiempo tratando de entender qué factores han determinado cómo actúas y piensas de la manera en que actúas y piensas hoy? Este tipo de autoanálisis es un ejercicio importante, aunque es más frecuente en aquellos que no están contentos con algún aspecto de su propia vida.

La verdad es que somos el resultado de un gran conjunto de hábitos, ya sea relacionados con actitudes o incluso con nuestras creencias. El hábito es, por definición, la "inclinación a alguna acción o disposición para actuar constantemente de cierta manera, adquirida por la repetición frecuente de un acto".

El problema es que no todos los hábitos son buenos para nosotros. Fumar, por ejemplo, es un ejemplo fácil de entender este sentido. Por el contrario, el hábito de caminar al trabajo está lleno de cosas positivas, por lo que es mejor mantenerlo, pero ¿qué pasa con los malos hábitos, como morderse las uñas o nunca arreglar el armario de su habitación? ¿Hay alguna forma de cambiarlos de una vez por todas?

Antes de practicar, una pequeña teoría

Según Charles Duhigg, un tipo que estudia este hábito en profundidad e incluso escribió un libro al respecto, siempre debemos considerar que los hábitos no nacen con nosotros: por el contrario, son creados por nosotros y, como cualquier creación, Sí, pueden ser destruidos.

Antes de simplemente decir qué se debe y qué no se debe hacer, el autor explica que tenemos un mecanismo psicológico que se puede llamar un "círculo de hábitos", un proceso dividido en tres partes: la primera hace deja que tu cerebro descubra un cierto punto de comportamiento; el segundo es el comportamiento mismo; La tercera parte es la recompensa, o lo que sea que haga que su cerebro entienda que desarrollar este comportamiento fue una buena idea.

¿Por qué el cambio parece tan difícil?

El punto es que una vez que formas nuevos hábitos, olvidas que es un hábito y no una extensión de lo que eres o haces. Volviendo al ejemplo del cigarrillo: los fumadores desde hace mucho tiempo apenas recuerdan cómo era no fumar, por lo que tal vez esa persona ha asociado fumar con su esencia, con lo que no cambia (al menos no naturalmente), como el color. de los ojos o la forma de los labios. Es algo que es parte de la persona.

Quién se come las uñas (¡qué asco!) A veces lo hace mientras trabaja, va al cine, de compras, etc. Es algo que se vuelve automático.

Debemos ser conscientes de que algunos hábitos nos esclavizan e incluso pueden controlar nuestras vidas. En algunos casos, estos hábitos se ven reforzados por sustancias adictivas como la nicotina. La buena noticia es que es posible deshacerse de un mal hábito que no implica el consumo de ninguna sustancia adictiva en solo 66 días. Aquí hay una buena manera de mantenerse al día con las resoluciones de Año Nuevo que hizo, ¡eh!

¿De dónde viene este cálculo de 66 días?

Parece difícil para cualquiera en solo dos meses y unos pocos días dejar de lado algunos hábitos aparentemente imposibles de abandonar. ¿Crees que puedes morderte las uñas en marzo sin tocar las yemas de los dedos frenéticamente?

Un estudio publicado en el European Journal of Social Psychology describió los resultados de una encuesta a 96 voluntarios durante un período de 12 semanas para averiguar cuánto tiempo lleva comenzar un nuevo hábito. Para esto, cada participante eligió un nuevo hábito e hizo informes diarios con la intención de informar qué tan automática parecía cada actividad. En promedio, tomó 66 días desarrollar un nuevo hábito.

Valores inversos

La idea es usar el mismo tiempo sugerido para crear un nuevo hábito destinado a destruir realmente el que perturba tu vida. Si el hábito en cuestión no implica el uso de ninguna sustancia, es muy posible que con un poco de determinación pueda borrarlo de su rutina.

El consejo aquí no es solo eliminar un mal hábito, sino agregar otro bueno. En lugar de acostarte en el sofá viendo programas de televisión que te dejan sin dormir y no agregan nada a tu vida, comienza a leer un libro antes de acostarte. O, en lugar de quejarse en el plato, dar prioridad a las ensaladas. Por 66 días. Puede aplicar esto a varias cosas que desea cambiar.

Guion

Lauren Martin, de Elite Daily, ha delineado una especie de línea de tiempo que puede ayudar a aquellos que todavía están confundidos con esta idea de cambio. Compruébalo:

a) Hora de pedir ayuda (del día 1 al 22)

Informe a las personas a su alrededor acerca de sus planes de cambio, pídales a las personas más cercanas que vigilen su comportamiento y capten su atención si se dan cuenta de que, por ejemplo, se lleva la mano a la boca incluso si desea dejar de morderse las uñas. Dale a estas personas la libertad de gritarte durante 22 días y meterte en tu vida.

b) Autoanálisis (del 22 al 44)

Ahora que ha estado libre del mal hábito durante unos días, eche un vistazo a su vida, las cosas que ya ha podido hacer, las cosas que le gustaría cambiar y la idea de que está a punto de cambiar una de estas características que le molestaron de alguna manera. camino.

Piense en el buen hábito que está adquiriendo y en el malo que está desapareciendo. Medita en los cambios que cada uno de ellos hará en tu vida. Esto te ayudará a seguir adelante.

c) Está casi allí (del día 44 al 66)

La verdad es que es difícil caer en la tentación y olvidar por qué decidió hacer estos cambios, por lo que dentro de los últimos 22 días de crear un nuevo hábito, necesita encontrar algo en lo que apoyarse, algo que lo motive a pasar. proceso

Después de que hayan pasado los 66 días, celebre su victoria. Ve a una fiesta, compra algo nuevo, llama a tus amigos y pide una pizza, por favor. Y siempre tenga en cuenta que la necesidad de morder puede volver, pero pasará después de unos minutos y durante los meses y años encontrará absurdo que alguna vez se haya mordido una uña. Cierto.

***

Entonces, ¿ya conocías esta técnica? ¿Crees que vale la pena ponerlo en práctica?