Descubra el mejor momento del día para solicitar un aumento

Todos sabemos que esta vida no es fácil, y de vez en cuando la forma es llamar a tu jefe y hablar con él sobre lo bien que trabajas y lo bueno que sería obtener un aumento. Si esta actitud es algo que piensa tomar pronto, tenemos un consejo valioso: ¡es mejor hablar con el pequeño chef antes del almuerzo!

Este consejo es en realidad el resultado de una investigación realizada por la Academia de Administración. Titulado "Necesito comida y merezco un aumento", el estudio tuvo algunas conclusiones curiosas, como que el hambre nos hace sentir más poderosos a medida que pensamos más en nosotros mismos y en nuestras necesidades. necesidades

Una cuestión de poder

Puesto de Huffington

Aparentemente, toda esta pregunta hace que el sujeto se sienta y actúe con más confianza, como si tuviera más derechos sobre algo o situación. Ese mismo sentido de empoderamiento también puede ser negativo, tanto que algunos gerentes superiores ofrecen a sus empleados más comida por la mañana para mantenerlos felices y tranquilos. Incluso hay quienes organizan reuniones importantes y conversaciones después del almuerzo.

Según los investigadores, las empresas que proporcionan alimentos en el lugar de trabajo tienen empleados más tranquilos y más agradecidos. La verdad es que el hambre hace que las personas piensen en sus propios objetivos antes de pensar en los otros miembros de un grupo.

La búsqueda

Puede parecer una locura para algunas personas, pero vale la pena señalar que los investigadores realizaron dos pruebas, la primera con 103 estudiantes universitarios. Fueron entrevistados dos veces: cuando entraron y cuando salieron de la cafetería a la hora del almuerzo. Esto dio a los investigadores la capacidad de comparar respuestas.

Las preguntas estaban relacionadas con el nivel de hambre de cada persona y también con preguntas psicológicas cuyas respuestas iban desde "totalmente en desacuerdo" hasta "totalmente de acuerdo". El resultado reveló que aquellos que aún no se habían alimentado tenían un mayor nivel de empoderamiento.

Parte dos

El arrogante chef

La otra parte de la investigación también evaluó estudiantes universitarios: esta vez, 166 académicos. Realizaron tareas en dos entornos, el primer olor a pizza y el segundo no.

En la primera habitación, un individuo entró para sacar una pizza del horno, ¡golpe bajo! Ya el lunes, una persona entró solo para obtener un lápiz. La conclusión fue que inducir el hambre (o el deseo de comer) también despierta la sensación de poder. Entonces, si quieres hablar con tu jefe y mostrarle cuánto mereces un aumento, asegúrate de hacerlo después del almuerzo, ¡eh!